Llorar ma´s de tres veces.
Durante, antes o después de un “te quiero”. Antes o después de follar, antes o después....
Durante un latido;
Un llanto en un latido. La duración y el equilibrio de una manecilla de reloj.
Una manecilla estática en un reloj sin pilas.
Silbar, susurrar.
La imaginación me viola mientras me penetras, pero ni siquiera yo soy capaz de darme cuenta.
Hasta el final.
Quién es quien me está matando,
Quién es quien me está martirizando.
Soy quien introduce tornillos, lentamente, a rosca, poquito a poco, quebrando el cráneo, secando el cerebro, como una esponja, un lienzo de óleo quebrado, colores, rosa, negro, oscuridad.
I've seen
a darkness.
Durante un latido;
Un llanto en un latido. La duración y el equilibrio de una manecilla de reloj.
Una manecilla estática en un reloj sin pilas.
Silbar, susurrar.
La imaginación me viola mientras me penetras, pero ni siquiera yo soy capaz de darme cuenta.
Hasta el final.
Quién es quien me está matando,
Quién es quien me está martirizando.
Soy quien introduce tornillos, lentamente, a rosca, poquito a poco, quebrando el cráneo, secando el cerebro, como una esponja, un lienzo de óleo quebrado, colores, rosa, negro, oscuridad.
I've seen
a darkness.
Y sólo el dolor me hace eterna o ignorante, quizá ambas cosas; las dos son lo mismo.
Borrar la existencia en un gemido, un mordisco. Borrando mi angustia, convirtiéndome en un cuerpo.
Vulgarizar mi cuerpo para poder reconocerlo hermoso después. Eso me haces, por eso te quiero.
No quiero jugar al recuerdo, ni a los celos, ni a la tentación de un reencuentro.
No quiero perder.
No quiero perderme.
No quiero perderte.
No quiero jugar al juego del caracol.
Esta espiral, estas ganas de hundirte aún sabiendo que de ese barco tampoco yo podría salir indemne.
El recuerdo de lo efímero, el silencio.
No sé reaccionar, no quiero verte aunque imagino que vuelvo a tocarte.
¿Por qué?
¿Por qué siempre me hice a la idea de que terminaría, para evitar llorar al final, y en cambio ahora no soy capaz de pensar en finales porque ya estoy llorando antes de terminar?
¿Por qué no dejo de pensar en la eternidad?
No quiero perderme.
No quiero perderte.
No quiero jugar al juego del caracol.
Esta espiral, estas ganas de hundirte aún sabiendo que de ese barco tampoco yo podría salir indemne.
El recuerdo de lo efímero, el silencio.
No sé reaccionar, no quiero verte aunque imagino que vuelvo a tocarte.
¿Por qué?
¿Por qué siempre me hice a la idea de que terminaría, para evitar llorar al final, y en cambio ahora no soy capaz de pensar en finales porque ya estoy llorando antes de terminar?
¿Por qué no dejo de pensar en la eternidad?
* Publicado en séptimo número de la revista Fedra.
Hola!
ResponderEliminarSaltando de blog en blog, fui a parar al tuyo. Me gusta cómo y lo que escribes.
Por cierto, yo soy la típica acuario, ya que nací hace 19 años un 11 de febrero :P
Un abrazo, desde las tierras del sur.
Eternidad, existencia, muerte, olvido, recuerdo...
ResponderEliminarEs una bonita entrada, muy metafísica, me ha hecho darle un poco a la bola, y eso está bien.
Ya sobre la entrada y poniéndonos un poco filosóficos, me has hecho pensar que quizás todos esos conceptos arriba puestos, menos quizás el de la muerte, son maneras de funcionar de nuestro cerebro, quizá engaños. ¿la eternidad y la ignorancia son lo mismo? Quizá la eternidad sea una palabra creada para camuflar nuestra ignorancia, para intentar abarcar lo inabarcable...
En fin creo que estoy divagando demasiado; sobre todo esto se podría hablar noches y noches
cojonudo, awi
ResponderEliminarhey niña de las naranjas...qué sorpresa...qué intenso tu post me gustó mucho...y es cierto esos "te quiero" te estremecen todo se resume en un gemido...
ResponderEliminarpoema humano
ResponderEliminarheyy niña de las naranjas gracias por pasar por mi blog.
ResponderEliminarun beso
otra niña.
You are my sweetest downfall
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