nunca me sentí en mi casa aquí
y en el cielo radiante
no me sentiré en mi casa, lo sé,
no me gusta el paraíso.
Emily Dickinson
Ave morir
I
ver matar morir. me miro y ya estoy muerta. no me miro por no morirme. pero ya estoy muerta. ave que no vuela muere. mátala tú, me dicen, me rezan: no la dejes vivir, muere.
II
nosotros no nos quejamos
porque nos adelantamos a la herida
nosotros nos hundimos —nos sumergimos—
metemos la cabeza bajo la tierra y esperamos
la asfixia
morimos de miedo
pero nos quema estar a salvo
por encima de las llamas, el frío
volver es desandar
desanidar
ceder el vuelo. nos hemos
abrazado para mantenernos tibios
nos hemos abrazado para no ceder al hielo
anido. anido en un refugio
a la intemperie
un refugio frágil que se ablanda
amor, y llueve
ahora mira cómo cae
ahora mira cómo vas a sostenerme
ahora
que estás
como un hermano que vuelve y lo encuentra todo
bien dispuesto
el mismo orden en los muebles del salón
aquí nadie toca las cosas ya
porque todos somos ajenos a esta casa en herencia
abrir las puertas, ventilar
hacer que respire
[aspirar]
significa dejarla viva para otros
pero cómo escapar de un lugar al que no pertenezco
si no he llegado a estar
mírame: quién soy
cuándo he llegado
cómo
por qué me viniste a acoger
en tu isla o
por qué
viniste a encallar en mí
yo, tierra para el náufrago
y sed para el amante
mira cómo muero hundida por mi propio canto
mira cómo me mato por palabra
obra
y omisión
mira cómo muero cuando te salvo
mira cómo tiembla tu mano
cuando me amarras
Publicado en Obituario #14.
♥
ResponderEliminar♡ ♥ ❤ ❥ ♥ ❤ ❥ ♡
Eliminar"nos adelantamos a la herida", siempre lo hacemos, como nos adelantamos a la muerte.
ResponderEliminarconceptismo rico de ideas, en versos cortos y con repeticiones obsesionantes, que expresan un estupor ante las carencias esenciales, como un soliloquio místico... la aniquilación como salvación, pero aniquilación en el otro y para el otro.. si he entendido bien.. palabras y versos plenos de significados, aun en su forma escueta y depurada, como un ave de luz, amor y muerte de Emily Dickinson.
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ResponderEliminarNo sé, se me escapa cualquier comentario que pueda hacer ante este prodigio, cualquier cosa que pudiera decir torpemente solo ensuciaría la perfección y emotiva belleza de este poema. Quizá tan solo gracias.
ResponderEliminarJavier Vayá
enhorabuena :))
ResponderEliminarMuchas gracias a todos. Me dejáis temblando, jaja. ❤❤
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