domingo, 17 de agosto de 2014

Reflejo pupilar


Mara Blackflower



El amor no se supera.

Quítame este miedo. Los ojos más bonitos nunca serán nuestros.

Hoy tampoco ha salido el sol. Salimos tarde y heridos. Hay un toque de queda para la calma y no se puede superar el amor.

Intento tocarlo todo para quedarme. Pero mira cómo se va escapando todo y aquí aún no ha llovido esta noche. Sigue siendo un verano a medias. Un principio de frío en letargo. No hay pasión ni violencia en este anochecer eterno.

Los ojos más bonitos no son para nosotros. Hay una niña en el centro del croma. Baila en círculos, pero apenas se aprecia porque es muy pequeña.

Hay niñas más grandes que le enseñan cómo hacerlo. Son sombras proyectadas bajo los focos. Ruedan descalzas e indican el camino largo. Para correr toda la noche. No hay puntos en el mapa y el camino siempre es una línea recta.

Soy un punto muerto en la mañana. El amanecer aparece tan de repente, tan violento.

Quítame esta luz. Los ojos más bonitos deberían ser los ciegos.

Bailo en círculos en el centro de la pantalla, pero el foco apunta hacia otro lado.

No hay caminos en el mapa y el camino siempre es una línea recta.

El amor no se supera. Cierra los ojos, mi vida.

El amor no se supera.
Se aprende a vivir sin él.









8 comentarios:

  1. Me ha gustado bastante éste y el anterior.la plage.

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  2. ... intento tocarlo todo para quedarme...

    Gracias por la poesía.

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  3. Pues una jodida maravilla, como siempre. Imágenes muy potentes nacen de tus versos, potentes y lo suficientemente enigmáticas para poseer una emoción universal. Este me ha hecho evocar el cine de Lynch, vete a saber porqué.

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  4. Me encantó, así sencillamente.

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  5. Me ha venido a la mente esta canción.

    https://www.youtube.com/watch?v=YuM3SteeAgY

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