Pasos hacia delante, dados hacia tras, pasos en paralelo a otros, pisadas que se cruzan con unas dadas antes…el camino del pintor. En el se disfruta y se sufre, no siempre a partes iguales, cada paso. Esfuerzo prolongado durante los días y las noches. Trabajo realizado a lo largo del tiempo. El verdadero interés de las sendas que Eduardo Alvarado va recorriendo día tras día reside en el descubrimiento que se le ofrece al caminar. Tenemos la suerte de recorrer los pasos ya dados de este artista, viendo la exposición y este catálogo, pero mucha más satisfacción tiene su autor; el tiene la primicia de haber dado cada paso como nuevo descubridor que abre los ojos al mundo que le rodea.
La diferente intensidad con la que se ven los días grises, el color que adquiere un día soleado distinto del que poseía el día anterior…cada pequeño detalle, cada rendija de luz abierta un día vira en pro del matiz adecuado al siguiente. Dificultad y gratitud para el artista que tras duros periodos de guerra, en esa lucha continua, encuentra la paz en el equilibrio del trabajo bien hecho. Trabajo que cabría aclarar es vida, puesto que Eduardo Alvarado, como todo artista comprometido, hace del trabajo su vida; puesto que la pasión que los hace uno es tan grande que no deja sitio a otra opción. […]
Por lo ya dicho, solo disfrutar de la obra que Eduardo Alvarado presenta en esta ocasión en la Sala de la Fundación Caja Rioja y que permite al espectador admirar la aparente facilidad en la ejecución de su obra. Una apariencia ilusoria que no es más que el fruto de muchos esfuerzos, de muchas horas de estudio, de trabajo, de perfeccionamiento de algo que para el artista no es más que el cumplimiento de su destino.
Texto: Almudena Navas Pinar.
por fin he podido colgar cartel de la fanzine en mi blog, abrazooooooos
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