Tocando el último de los versos
con vírgenes de Lourdes del inserso
donde mis recuerdos escapan, perdidos
de dos corazones antaño heridos.
Y las uñas, escindidas y quebradas
después de tantas madrugadas
entre semana, para olvidar la rutina
dejando los senderos de la cocaína
que se pierde entre las venas por primera vez en mi vida
Por culpa de ella vuelvo a la bebida.
Aitor y Awi.
Gracias, Aitor, por hacerme pasar una noche genial antes de marcharme a Valladolid.
Y venir a despedirte a la estación.
m ncanta como scribis...
ResponderEliminarFormidable noche, formidable cadáver exquisito,el plcer mío señorita.
ResponderEliminarUn besazo Awi.
Uf, las vírgenes de Lourdes se han aparecido ante mí con una estremcedora nitidez...
ResponderEliminarencierra ternura
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