Es la razón la que engendra el amor propio, y es la reflexión la que lo fortifica; es ella la que repliega al hombre sobre sí mismo; es ella la que lo separa de cuanto le molesta y aflige; es la filosofía la que aísla; por ella es por lo que dice en secreto, ante la visión de un hombre que sufre: perece si quieres, yo estoy a salvo.
Jean - Jaques Rousseau. Sobre el origen de la desigualdad.
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