miércoles, 1 de junio de 2011

Estado de ocupación. Ana Rossetti.

 Extraído de Llenar tu nombre (Bartleby Editores, 2008)


Monólogos pertinaces conducen la atención, inducen al
sentir, producen, segregan incontinentemente, realidad.
La narran. La explican. Pactan con ella.
A quién pertenece ese parloteo,
quién establece la dirección del discurso y su ensamblaje:
quién disuade o convence,
quién protege, quién objeta,
quién impide ver, quién amordaza,
quién filtra, elimina, resuelve,
quién
acopla lo percibido en el molde de lo experimentado,
lo conecta a fórmulas y reglas y lo somete a lo que entiende por razón.
Lo emergente y lo subterraneo, quién lo impone.
Lo aniquilado y lo preservado, de quién depende.
Quién se ha introducido en secreto para dirigir la conciencia.
Quién le ha dado autordad.
Cómo interceptar su omnipresente dominio.
Cómo callarlo para que no intervenga,
para oír sin órdenes, sin lecciones, sin juicios y sin presunciones
los innumerables movimientos del tiempo y de las cosas.
Alguien no cesa de susurrar, seductoramente, en el interior.
Alguien escucha el susurrar incesante
y se deja seducir. 

2 comentarios:

  1. Puede que ande algo "Taoranoico" y vea relaciones con el Tao Te King por todos los lados, pero ese estilo misterioso, complementario y fluido me recuerda un montón a como están escritos buena parte de los párrafos de ese libro. Eso no le resta mérito, más bien le añade.
    Me ha gustado mucho.

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