La veo pasar por la
carretera. Sus luces son demasiado blancas. Veo mi vida pasar tan
blanca, por debajo de mi ventana. Mi vida pasa como un coche, con la
velocidad exacta para no inquietarme. Pero pasa. Y sé que es mi
vida ese coche que ha pasado como un alud por su forma de cegarme. Sé
que ha sido mi vida porque me ha mirado a los ojos y ha visto mi
carne y le ha dicho “yo pasaré contigo”. Ha sido mi vida porque
no es momento para otra cosa que no sea ver la vida pasar ante mis
ojos. He visto mi vida pasar y no ha sido poesía. Mi vida ha sido
máquina en movimiento. Máquina en movimiento
mi vida.
A veces me veo angustiosamente reflejado en ti.
ResponderEliminarPreste Juan