Cuando el barco cae el
marinero piensa en la salida más cercana.
Las sirenas no somos
islas donde encallar.
Hay un iceberg en la
punta de mi lengua que no me deja cantar como es debido.
Los marineros no
naufragan por mí. La atracción es diferente. Me amarran al mástil
y cantan
desafinados
que no te escapes,
sirena, cantan
que no te escapes.
.
Si las sirenas no son islas donde encallar, ¿qué son? ¿Puede existir Odiseo sin sirenas? ¿Pueden los pescadores de Islandia perderse en el mar de hielo sin su canto? ¿Podemos los hombres perder el tino sin su belleza? No lo creo.
ResponderEliminaresta pasión por las sirenas me chifla
ResponderEliminarYo tb, adoro la gente con pasiones :) Me encanta el final y lo que me transmite: Que no te escapes...
ResponderEliminarMe encanta ver a gente como tú que va a muerte a por lo que le apasiona.
ResponderEliminarMi total admiración y respeto. Y a los que te ponen zancadillas que les jodan.
¡gracias! :)
Eliminar...como marinero antiguo puedo entender que las sirenas no son poseidas..solo "ocurren"..el hombre de tierra,que mata o captura animales por su belleza,por el deseo que tiene de ellos...los intenta retener y al destruirlos se diluye y desaparece él mismo
ResponderEliminarYo me topé con dos sirenos.Con un kayak entre los acantilados,dos cabezas de hombre,jóvenes, sobresalían inmóviles y sin esfuerzo del agua,mirando ladeadas hacia alta mar...me acerqué remando,estaban en un sitio de oleaje y pensé que les vendría bien tenerme cerca..no se movían, absortos,de espaldas y sin verme..cuando estaba cerca,con un movimiento brusco (como saben hacerlo solo los animales) giraron la cabeza a la vez, me vieron y se zambulleron con un mismo movimiento...no reaparecieron,y yo ,tercamente ...esperé,esperé,esperé..no quería creer que no saldrían a la superficie nuevamente...no lo hicieron . Sirenos .En la playa de Baleo.
Besos...eeeh...Leusiconia?...
Todos los hombres, también el primero, que marcharon al mar, lo hicieron para pescar sirenas, todos arrepentidos de cambiar de medio, aun recuerdan cuando eran celacantos, feos, rudos, libres, en tierra hallaron un paraíso que nunca gozaron, demasiado ocupados enjaulandolo, matándose a placer para saciar un hambre antes desconocido, hasta que ya no quedo mas carne que la de los hombres. No importa cuan toscos eran los que se echaban a la mar, la sola posibilidad de escuchar su canto alimentaba la esperanza de volver al principio de los tiempos, pero cuando percibieron la melodía que trae la vida, la sangre que había alimentado sus venas en tierra, llevaba la ponzoña del odio, con el pecho cegado, asieron a las mujeres del agua a los mástiles al principio, rogándoles quebraran el sortilegio con sus voces, que les impedían respirar el liquido del crisol del mundo, exigiéndolas después les diesen la libertad merecida por sus conquistas, amenazándolas con dejar que se ahogaran al sol, en ese momento, la sirena grito, el mar paralizo el oleaje y la primera luna cayo, el impacto hizo que el océano devorase todo, anegando las tierras, reclamando para si todo vestigio de sus hijos imperfectos. Aun puedo ver sus cabellos brillar al alba desde el viento que agita mi sonrisa.
ResponderEliminarNo te asustes, es inofensivo. Es que acaba de descubrir el verbo.
ResponderEliminarque no te escapes canto con mi voz silenciosa mientras escribo esto
ResponderEliminarpero ya he sucumbido al escuchar tu voz...