Guardo niños en un cajón. Sus cabezas son canicas de vidrio. Sus ojos caviar. No tienen párpados. No les enseñé a dormir. Aún son pequeños.
Sonríe. Has ganado las últimas horas blandas. Masajea el tiempo perdido mi niño de veinte años/ ha perdido el juicio y ahora aplica reglas con la inteligencia/ se ha quedado a medias. Fue nacida caduca para engordar de aire y explotar antes de hacerse idea mi niño de veinte años. Has ganado las últimas horas blandas. Enhorabuena. Desciende oscilante del árbol natural deduce. Ask your wife. Juega con su empatía come de su mano y vomita la ayuda en un suicidio limpio de puntos y comas. El problema no ha sido creer. Ha sido crear niños. Amarte tan poco como tanto. Te he querido siempre. Dónde estabas. Dónde estarías si no te hubiera conocido. No te enseñé a dormir. Sonríe. Has ganado las últimas horas blandas. Baja del árbol sonríe has perdido mi niño los veinte años. Sonríe. Ríete de mi cariño/ escúpeme/ dame veneno/ sin que yo me dé cuenta/ pídeme dinero/ muérdeme la carne febril del vientre/ complácete/ cúrate en salud/ ábreme las piernas/ deja que sangre/ tállame después de disecarme/ seré otra tuya y nos querremos siempre/ sufriré sólo/ si estoy sola/ dónde estás/ te necesito.
Definitivamente rabioso y adictivo ¿Quién no quiere ser el campeón de las horas blandas?
ResponderEliminarHoras blandas, relojes blandos, tiempos duros. Paradojas de uno mismo.
ResponderEliminarOvarícamente brutal, como todo tu mundo interior, jefa!
ResponderEliminarestás que te sales... la mutación está llamando a tu puerta y es para bien!
besos y abrazos neurótikos a la altura del alma, aproximadamente...
Vara