Por tener hambre comí lo que no tenía. Del vacío nacieron grandes ideas para crear una nueva cenicienta. Pero lo único que nos quedó fue un puñado de humo en los pulmones y entre las branquias. Las esquinas del cuarto, redondeadas, evitaron mayores desgracias. Nos quisimos comer y sólo conseguimos pelos púbicos entre los dientes. Tu semen sabe a paracetamol los días de ayuno. Eso a mí, querido, no me sienta bien.
Emborráchate y verás lo bien que sienta ese semen :P
ResponderEliminarBesicos
puf, puf
ResponderEliminarHostias tia, qué fuerte y que bueno, y te lo digo riéndome de lo que me gusta.
ResponderEliminarhostia, no me acordaba de haberlo colgado.
ResponderEliminartócame un poquito
un poquito
el higooooooooooo
niños,qué majos sois, que os molan hasta mis grandes desvaríos. Esto empieza a ser serio. :)
muah!
Lindo y bonito tu blog. Agregame a tu lista, si te gusta lo que hago.
ResponderEliminarAbrazo y beso.