NGUILLA huele a resina
y no hay luz en toda la wilaya
me aprieta a su cuerpo para que no me pierda
todo sucede sobre la arena
mi desconcierto
su casa de adobe
su olor
todo su cuerpo contra el mío
+
LALA grande se abriga entre mis brazos
siempre con tos, siempre con frío
me besa la mano, dice qué guapa
lala grande nunca ha salido del desierto,
no sabe qué es el mar
un grifo, una calle asfaltada
lala grande no sabe qué se siente
al comer sin masticar arena
al beber agua que no sepa a sal
+
LIHA se atreve con todo,
se pinta los labios con mi cacao
traga un paracetamol sin agua
pide que le haga fotos con el pelo al descubierto
siempre se pone guantes de lana
antes de darme la mano
había olvidado el dolor
había olvidado que el agua corriente existe
que los armarios con ropa limpia existen
algunas noches me tumbo
sobre la arena de mis sábanas limpias
y repito nombres, nguilla liha lala
como si eso sirviera de algo
y me pregunto si alguien se acordará de mí
en el desierto
Extraído de la antología Voces del Extremo. Poesía en el desierto.
Ateneo Riojano 2010.
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Me acuerdo de cómo lo recitaba y me entran escalofríos. Preciosos.
ResponderEliminarMe gusta mucho. Resulta suave a pesar del tema que trata.
ResponderEliminarUn saludo.
Joer qué tristeza. Tacatá, pum, lolailo.
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