Extraído del blog de Enrique Cabezón
JUEVES 26 DE JULIO DE 2012 | 20.00 H.
SALA MUSEO AYUNTAMIENTO | EZCARAY
La poeta Sonia San Román (Villamediana de Iregua, 1976) escribe en el prólogo del libro que se presentará esta jornada:
El 20 de abril de 1912, a la edad de 64 años, Bram Stoker murió a consecuencia de la sífilis en el cuarto de una pensión londinense.
Hay quien cuenta que la muerte le llegó mientras señalaba aterrorizado una pared gritando strigoi, strigoi, una palabra rumana que hace referencia a las almas en pena que salen de sus tumbas para atemorizar a los vivos.
Puede que otros lo hicieran antes que él, puede que otros lo hayan hecho después, pero lo que es cierto es que Stoker fue quien propinó el primer mordisco que contagió de vampirismo a nuestra memoria colectiva.
Esta antología no es sino una reunión de poetas dispuestos a reavivar el mito del vampiro con la excusa del 100º aniversario de Stoker.
En el acto participarán los poetas Nerea Ferrez, José Luis Pérez Pastor, Iván Mendoza Marrodán, Iñigo San Sebastián, Enrique Cabezón, Odón Serón y Sonia San Román, coordinadora y responsable de Strigoi. 25 poemas vampíricos. Un homenaje a Bram Stoker (Ediciones del 4 de Agosto, 2012), libro que se presentará durante el recital.
Los poetas que completan el volumen son los siguientes: Antonio Alfaro Sánchez, Luis Bagué Quílez, Adriana Bañares Camacho, Mar Benegas, Carlos Cabezón, Agustín Calvo Galán, Carmen Camacho, Sofía Castañón, Luis Alberto de Cuenca, Txus García, Octavio Gómez Milián, Joaquín Juan Penalva, Raquel Lanseros, Iván Mariscal, María José Marrodán, Vicente Muñoz Álvarez, Ana Pérez Cañamares, Adrián Pérez Castillo, Joaquín Piqueras, Lucas Rodríguez Luis y Almudena Vidorreta.
Abraham Stoker (Dublín, 1847 – Londres, 1912) Novelista irlandés. Hijo de un funcionario público, hasta los siete años de edad sufrió una grave parálisis que le impedía andar. Los problemas de salud de su niñez no le impidieron distinguirse como atleta y futbolista en la Universidad de Dublín, donde cursó con excelentes resultados la carrera de Matemáticas y fue presidente de la Sociedad Filosófica. Entre 1867 y 1877 fue funcionario público en Dublín. En esta misma época, siguiendo la inclinación que sentía hacia el teatro, posiblemente heredada de su padre, escribió crítica dramática para The Evening Mail, sin recibir por ello ninguna compensación económica. En 1878 conoció a su ídolo, el actor inglés Henry Irving. Nació entre ellos una gran amistad y Stoker se convirtió en representante y secretario del actor. Ocupó en este empleo los veintisiete años siguientes, en los que se encargó de la correspondencia de Irving, le acompañó en sus múltiples giras y estuvo a su lado en el momento de su muerte; junto a él dirigió el Lyceum Theatre de Londres. Sus recuerdos darían lugar al libro Recuerdos personales de Henry Irving (1906). Bram Stoker escribió numerosas novelas y relatos cortos, entre los que destacan El paso de la serpiente (1890), El misterio del mar (1902), La joya de las siete estrellas (1904) y La dama de la mortaja (1909). También se le debe el entretenido libro Impostores famosos, en el que sostiene, entre otras, la teoría de que la reina Isabel I de Inglaterra era un hombre disfrazado. Pero su obra más célebre es Drácula (1897), novela en la que construye, a través de diarios y cartas, el retrato de uno de los personajes más famosos del ideario decadentista de la época, el conde vampiro de Transilvania. El relato se basa en diversas leyendas previas, aunque Stoker consigue una unidad de efecto e inquietantes resonancias eróticas y simbólicas, suprimiendo las fronteras sensibles entre vida y muerte a través de un juego de seducción de gran poder y sugerencia.
Fuente: www.biografiasyvidas.com
ala venga a haceros todos la fotito con los politicos, y vosotros sois los clandestinos? hasta manu chao tiene mas clase
ResponderEliminarYa me expliqué demasiado en la otra entrada, así que paso de seguir dando vueltas alrededor de la mierda.
EliminarSi queréis criticar al festival, a la organización, o a lo que sea que queráis criticar, poneos en contacto con los responsables, no conmigo.
Yo escribo y me publican. Punto pelota. No me llevo dinero público ni de ningún sitio por eso. No sé qué os pensáis.
Como dije en la anterior entrada, cuando me veáis en una foto con un político, ese día, entonces, podréis criticarme todo cuanto queráis.
Si lees la entrada verás que ni siquiera estaré en la presentación.
Este es el último comentario anónimo que respondo.