Estoy escuchando Saturday Night de Suede (sí, ahora me ha dado por estos, pero ¿qué queréis qué le haga?, los modernitos esmirriados como Bellamy o Brett Anderson me vuelven loca)
A veces me olvido de que mi padre tiene este blog como página principal del Explorer. ¡Hola papa!
Total, que son las veintitrés veintiuno de un martes de febrero y no, no es el de carnaval. Es un puto martes de seguir estudiando ahora que todos han terminado. Resulta ser, sin más, que acabo de ver Naked Lunch de Cronenberg.
Sí, lo sé, he vuelto al género paranoide… pero ¿qué queréis que le haga? Soy literaria, compleja y neurótica.*
Como ya voy colgando dos entradas sobre películas en lo que va de mes, no pienso hablar de este film dirigido por David Cronenberg en 1991 (cuando yo era una pipiola de tres añetes), basado en la novela de William S. Burroughs, novela que intenté leer en el avión Bilbao – Génova hace dos años para… tranquilizarme. Putos aviones, estar en ellos me hace sentir la insoportable levedad del ser, y, qué coño, me gusta. Es como en esas atracciones de feria cuando, al llegar a lo alto y de pronto caer, toda la tensión se instala en las yemas de los dedos en forma de sudor frío, sensaciones desagradables que te hacen sentir bien, como en las encías el roce de un palillo hasta sangrar.
La cuestión es que I shall never forget the unspeakable horror that froze the lymph in my glands when the baneful word seared my reeling brain.*
*Frases sacadas de la película.
A mi también me gusta ir en avión, pero hace tanto que no lo hago...Ainssss.
ResponderEliminarEn primer lugar, saludos cordiales a los parientes de la muchacha (me da casi repelús esto, no me imagino yo a mi madre teniendo a su hijo como página principal...es más, no me la imagino encendiendo un PC)
ResponderEliminar:·D
Por otra parte, con semejantes referencias culturales no me extraña que cueste dormir, pero mira, un rato de Suede a mí me relaja, lo mismo a ti también (mucho rato me acaba cansando).
En cuanto a los aviones, a mí más que vértigo me producen una sensación de incomodidad, me ponen de mala leche. Supongo que será consecuencia de tener que estar en una lata, con aire reciclado y en compañía de un montón de desconocidos, sin poder salir a dar una vuelta cuando me dé la gana y para colmo conducida por alguien que no soy yo y que vete tú a saber en qué estado toxicológico y mental se encuentra...en fin, un fastidio.
Hablando de fastidios, que te sea leve el estudio.
Besotes.
:-)