Seis euros es un buen precio para una barra libre, si tenemos en cuenta que el valor medio de un cubata es de cinco euros. Recuerdo los chupitos de vozka* del tamaño de un vaso por un euro en no sé qué bar de Logroño, o los dos cubatas al precio de uno en el Splash (también en Logroño), o los tropecientos vozkas* con lima que me habré pimplado en el café Madrid (Logroño again) por tres euros, sin contar lo fácil que resulta que un camarero te invite a chupitos por el mero hecho de ser tía... Pero estos son casos aislados, por lo general menos de cinco euros no te cobran por un puto cubata. Así está la sociedad en estos tiempos de hoy en día. Todo, por supuesto, culpa de Llamazares.
Bueno, la cuestión es que seis euros están muy bien para una barra libre. Ahora bien, una barra libre es una barra libre y no un chiringuito del tres al cuarto, a ver si nos enteramos.
No basta con comprar litros suficientes para las dos primeras horas, eso es una aberración. Y tampoco basta con tener bebida suficiente para después si no hay ni música. Y no basta con tener bebida y música si la música no se oye o es una puta basura.
Bah, que me da igual porque no pienso ir, que el veintinueve tengo una cita con Mars Volta.
Pero es que siento que me estoy haciendo mayor, porque últimamente no me emborracho y empiezo a sentir una especie de angustia interior, si es que se puede hablar de angustia exterior. En cualquier caso, me apetece un vozka* con lima, o un baileys. Mejor un vozka con lima. Que sean dos.
O un calimocho con café, que eso también me iba bien a los dieciséis. Era tan simple como echar cinco sobres de café en la botella de calimocho.
Ponche, ginebra, absenta...
Un par de chupitos de absenta, y luego unos pocos de tequila con los amigos tampoco están de más.
La cuestión es que, joder, tengo ganas de pillarme una buena borrachera. Pero quiero que sea de las buenas. Quiero la fiesta de los 70 que no tuvimos, o de los 80, o, mejor aún, una fiesta de los noventa. De los ochenta mejor no, ahora que lo pienso. Y es que las décadas pares son las peores.
Vaya, me he hecho un lío. Del 2000 al 2010, ¿qué clase de década es? Y luego vendrían los años diez, que también es par, y los veinte... Dios mío, treinta años de porquería creativa.
Y es que no sé si sois realmente conscientes de que llevamos con el reaggetón desde aquel verano en que a una tal Lorna se le ocurrió cantar el Papi Chulo. Y no vemos que decaiga el género, si no que va a más y cada vez más desagradable y machista.
Luego sin contar con la música de nuestra tierra patria, que es la cosa más patética que ha parido madre. Si bien hay ciertos grupos que se salvan (como en todo, supongo) lo demás se reduce a chorradas.
Está haciendo más daño la cadena dial que
Lo que más rabia me da es haber vivido los noventa sin ser consciente del noventa y tres.
Los radiadores de esta casa parece que van a explotar.
*Me suena mejor "vozka" que "vodka".
No sé si has visto este vídeo:
ResponderEliminarhttp://es.youtube.com/watch?v=zjw52sRGEqk
En la primera fiesta de este año se gastaron 1300€ en alcohol. Es decir TODO (menos unos 150€ para desperfectos y desayunar los que bajen a limpiar el día siguiente) el dinero de las entradas. No se puede comprar más.
Las barras libres de apartas no se hacen para ganar dinero, todo el dinero se gasta en alcohol y no, no se puede comprar más... El problema de la música lo es por muchos motivos, hace 3 años estaba el señor Ulloa con sus mega-altavoces de 300€.
Pero nada, la próxima organízala tú ya verás qué fácil y sencillo es organizar una HOYGAN.
Hasta donde llega mi memoria de pez, los 80 fueron años duros. Demasiada química, me temo. Los 90 en cambio creo que fueron mejor (hay cosas que se recuerdan con dificultad, porque estaba borracho), hasta las resacas eran más llevaderas. Pero al final todo cansa y ahora las noches son más interesantes ahora con menos alcohol (a 4 eurazos la consumición de refresco o zumo, eso sí es un robo y no lo del tren de Glasgow) y buena conversación.
ResponderEliminarLo del calimocho con café háztelo mirar y pide presupuesto para terapia de grupo...
:-P
Besos y que disfrutes del concierto.
PD: La cope (me permito escribirlo con minúsculas) no es un producto de Microchof, pero tiene su bendición, como no puede ser de otro modo, de ahí que se venga arriba cuando lo escribes...
Soy de Valencia y tengo que decirte que este verano fuí a Logroño y me pareció barato. Lástima no habernos encontrado.
ResponderEliminarPor cierto ¿viste el video que hice?
Otra alternativa es que cada una lleve su bebida y que la barra libre sea de marihuana. Más entretenido.
ResponderEliminarNo te piques, Bydiox.
ResponderEliminarEstoy contigo, Semen Adicta, para hacer una fiesta sin música mejor montar un macrobotellón.
No voy a organizar fiestas porque soy de todo menos RR.PP.
A veces lo mas caro de una fiesta asi son los locales... En Catalunya hay mucha especulacion con eso...
ResponderEliminarHe llegado a pagar 8 euros por un vodka con limon... y no era discoteca...
:-/
Por cierto... tiene un toque eso del vozka!!
:-D
Besos niña!
vas madurando, se nota.. sobretodo echándole un vistazo a tus primeras entradas, qué duro es madurar! a que no?
ResponderEliminarDegeneración general se llama la cosa. Un ejemplo cotidiano que te puedes encontrar a cada paso, es el mal llamado "eclepticismo" a la hora de programar historias.
ResponderEliminarNana Mouskouri, María Dolores Pradera y ¿¿¡¡¡CHAMBAO!!!?? en la cartelera del Festival Mil-lenni de Barcelona que se celebra en el mismísimo Palau de la Música.
¿Es esto ecléctico o escéptico?