El
pasado 22 de Febrero, después de la presentación de Viscerales en la Fnac, tomando unas cerves en Los Diablos Azules, antes de
escuchar en directo a Isabel García Mellado, repartí alguna
que otra Fanzine (por aquel entonces LaFanzine #5: La Libertad) y algún que otro ejemplar de La niña que arrastraba un globo roto en la hora del recreo, esa
maravillosa plaquette editada por Colmo que reúne
textos de Gonzalo Álvarez Perelétegui y servidora. Una de
las personas a quienes hice entrega de tan excelso regalo fue el
poeta Gsús Bonilla (que curiosamente participó en La Fanzine #5, pero no como poeta, sino como artista gráfico), coordinador de
la revista literaria Al otro lado del espejo y
Finalista del Premio Nacional de Poesía 2011 por sus
Ovejas esquiladas, que temblaban de frío.
Cuál
fue muy sorpresa, cuando, semanas más tarde, recibía un correo de
Gsús proponiéndome publicar uno de mis poemas de La niña que
arrastraba un globo roto... en
Al otro lado del espejo.
Hoy he recibido -bueno, ha
recibido mi madre- en Logroño un ejemplar del cuarto número de esta
revista, en el que han colaborado gente a la que admiro muchísimo
como Óscar Esquivias, Safrika, Carlos Castán, Jorge Espina,
mi adorada Olaia Pazos o Ángel Muñoz (Voltios) entre otros. Y,
entre tanto grande, en la página 81, los encantos de Molly.
Gracias al poder
teleportador del escáner y Gmail, mi madre me hace
llegar mi participación en la revista y yo os la hago llegar a
vosotros.
La maquetación me vuelve
loca. Me encanta.
¡Gracias!
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