viernes, 4 de mayo de 2007

Insensible


He aquí La Niña De Las Naranjas:

La más grande.
El exponente máximo, máximo exponente, del egocentrismo más explícito.

Hipocondríaca y Feliz.
Vivía Feliz la Sirena con SIDA.

Como lo siento ajeno a mí, lo quiero más.
Me dan ganas de arrancármelo y guardarlo en un tarrito de cristal.
Para sacarlo de paseo y presentarlo en sociedad:

He aquí mi corazón, reemplazado por un vibrador.

Se ha dormido, se ha ido.
Y a la vez se ha quedado conmigo.

Y, sin embargo, me gusta tenerlo aquí, sentirlo ajeno a mí.

Tan frío, casi incapaz de moverse.

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