Anoche mi sueño se hizo realidad. Me refiero al sueño del otro día, al del barranco.
Anoche terminé emparedada, pero no entre tierra sino entre personas, y no se me comieron las arañas, pero sí los nervios. Y la inseguridad.
Fui a buscar a Sara y Paula a la prestigiosa residencia universitaria que me acogió en su seno hace un año. Pensé que Judith también bajaría, ya que me dijo que hablaría con Sara para venir, pero se le debió pasar y a nosotras se nos pasó recordárselo. De todas formas no creo que se hubiera divertido.
Sara y Paula no lo hicieron.
Llegamos a La Curva a eso de las nueve y cinco y ya estaba lleno de gente (y eso que la Lectura no comenzaba hasta y media), por lo que nos quedamos cerca de la puerta. Me resultó tan incómodo ver la cara de qué hacemos aquí de Sara y Paula. Me daba la sensación de haberlas sacado de la residencia en contra de su voluntad, de ver en sus ojos esa expresión de no encajamos aquí. Y no fue sólo cosa mía esta sensación paranoica de que nos señalan y se ríen.
Llevaba todo el día a tabaco y frutos secos (nada más). Nerviosa e incómoda. Eso sobre todo, incómoda.
Incómoda porque tenía la esperanza de que no iba a llover. Por eso fui a la peluquería por la mañana y me alisé el pelo. Por eso me puse los pantalones negros y las manoletinas.
Luego llovió, se me ahuecó el pelo y me calé el bajo de los pantalones.
Creo que ese grupo de ahí se están riendo de nosotras, me dice Paula. Intento no hacerle mucho caso, aunque yo también me estoy volviendo paranoica. Les veo a todos allí arriba, mirándome, diciéndome que soy una inútil, que es fácil trepar y salir de esa tumba.
Pero llega Christian y me pisotea la poca seguridad que había quedado en mí:
- ¿Cuánto me das por matar a tu peluquero?
Bueno, no te queda tan mal, dice después. No puedo salir a leer. Ni a leer ni a ascender hacia la superficie. Sólo quiero quedarme detrás, tomarme tranquilamente la caña con mis amigas. Sentirme cobijada entre las dos paredes de tierra, aunque se me estén comiendo los nervios.
Nos acercamos a la barra y Paula pide tres plaquettes.
- ¿Qué es eso?
- Eso que vale cincuenta céntimos.
- ¡ ah! Vale.
- ¿Qué es eso?
- Eso que vale cincuenta céntimos.
- ¡ ah! Vale.
Dime si no es penoso.
Pero las paredes se van estrechando más y más y me estoy ahogando. Sin embargo, en lugar de ascender, me cuelo por una rendija del suelo y salgo del bar.
- ¿El que ha escrito “Tarde” es del Opus? – Me pregunta Paula mientras lee su texto
- Tía, pero lee, que a ti también te han publicado. Que eres del cosmos.
- COLMO.
Si no vas a leer no sé para que hemos venido. No sé si me lo dijeron así, literalmente, pero así lo entendí. Y yo no podía, no quería irme sin escuchar a mis compañeros leer sus poemas. No podía irme de allí porque había ido principalmente por la presentación. Que fuera o no a leer yo era secundario. Además ya me había hecho a la idea de que no me iba a atrever a leer algo mío en público. Es superior a mí.
Allí, en la puerta del bar, en la calle pero resguardada de la lluvia, había una chica que se metió en nuestra patética conversación de tienes que leer, no puedo hacerlo.
- ¡Lee! – Me dice. – Que he venido a verte, a veros. Así que ya estás leyendo.
- Ya no puedo, les he dicho que no.
- Pero aún no ha empezado, ¿no? Venga, entra y lee.
Lo que empezó siendo una simpática conversación con una desconocida terminó siendo agobiante. Podría haber sido como en las películas, cuando aparece un personaje que da al protagonista el empujoncito que le falta, pero terminó siendo todo lo contrario. Tenía que haberme bebido la botella de agua con tequila que Paula llevaba en el bolso.
Entramos al bar y a las diez comenzó la lectura. Desde nuestra posición no se veía nada. Oírse, que era lo importante, se oía, pero no puede decirse que lo hiciera perfectamente.
- Nos vamos a tener que ir en seguida, que a las once nos cierran la resi.
- Me mareo. - Murmulla Sara.
Y Sara salió fuera, y Paula con ella, y yo dentro, con sentimiento de culpa. No tenía que haberles hecho pasar por esto.
Por qué será que me siento tan mal cuando estoy sola en un sitio lleno de gente.
Tía, es que estaba fatal. En un bar tan pequeño, tanta gente... ni se veía ni oía nada. Ya habrá otras veces. Y yo tengo la impresión de que definitivamente me he quedado abajo, para siempre.
Al llegar a casa recibo un mensaje de Judith:
“Niña, lo siento, se me ha pasado por completo lo tuyo... Perdón!! Qué tal ha ido? Besos (perdón, perdón)”
Drying up in conversation, you will be the one who cannot talk. All your insides fall to pieces, you just sit there wishing you could still make love They're the ones who'll hate you when you think you've got the world all sussed out They're the ones who'll spit at you. You will be the one screaming out.
* * *Cambiando de tema:Esta mañana, en clase, con lo primero que me encontré fue, como de costumbre, con dibujos y tonterías que dibuja y escribe el alumno de primero que por las tardes se sienta en el mismo sitio que yo.Pero esta vez era bastante más curioso que de costumbre: había hecho un dibujo realmente cutre y vulgar de una tía con las piernas abiertas diciendo “lléname”. A continuación, bajo un “Awixumayita” que escribí el otro día, había escrito:“Hola rubia rizosa, estas muy buena. He visto tu blog. Muacks”
Para empezar no soy rubia, mi pelo es castaño cobrizo, a ver si nos entendemos.
Borré el dibujo y me quedé con “estás muy buena”, para que me subiera la autoestima.
Tal vez la asfixia no sólo era por la clautrofobia del local sino por la desmesura de egos pedantes que suelen desbordar determinados encuentros de esa índole. Te sentías fuera de tu entorno, es tan simple como eso. Pero discrepo en que quedarte abajo sea inmutable, en cuanto te pongas tacones verás que tienes una perspectiva distinta de la vida...
ResponderEliminarBesos sin coste, aquí no cobramos :-)
Qué horrible sensación de haber arrastrado a alguien a alguna parte que no comprende, para acabar sintiéndote culpable.
ResponderEliminarLeer en público cosas privadas a veces es un obstáculo insalvable. No te compliques... Me gusta mucho tu forma de relatar.
Besos
Sí, la frase es de Soñadores, sin duda una de mis peliculas favoritas (Eva Green esta increible, no se puede decir mas). Pero la frase e imagen que puse era de la pelicula "Belleza Robada" también de Bertolucci, me llamó la atención que repitiera la frase en dos de sus peliculas. Aunque tenga muy malas críticas yo siempre la recomiendo, porque, aunque sea una de sus películas menores o mas "flojas", sigue siendo una película de Bertolucci, es decir, PRECIOSA.
ResponderEliminarUn besito!
por lo que nos quedamos cerca de la puerta.
ResponderEliminarPrimer error... todos los miembros del COLMO estábamos apretujados al fondo... Dejando a amigos y familia detrás como a cualquier otro espectador.
Creo que ese grupo de ahí se están riendo de nosotras, me dice Paula.
No somos ni seremos lo más raro que pase por la curva. Los clientes del bar están acostumbrados a que se llene de gente que venga a leer poesia, cantar o hacerse rulos.
Nos acercamos a la barra y Paula pide tres plaquettes.
- ¿Qué es eso?
- Eso que vale cincuenta céntimos.
- ¡ ah! Vale.
Dime si no es penoso.
Se lo pedisteis al chavalin verdad? es que no se entera de mucho. De todas formas, Adriana... que sepas que tu no tienes que pagar por la plaquette... nosotros las tenemos gratis.
- ¿El que ha escrito “Tarde” es del Opus? – Me pregunta Paula mientras lee su texto
- Tía, pero lee, que a ti también te han publicado. Que eres del cosmos.
- COLMO.
No conocen a Merino verdad?... Menudas amigas que no son capaces siquiera de aprenderse el nombre de un grupo con el que publicas algo.
P.D. Todo el mundo se preguntaba donde te habías metido... y por qué no te habías despedido...
Una post data mas...
ResponderEliminarLa broma sobre el pelo era sólo porque me habías dicho que no te gustaba que te hubieran cortado tanto...
Me hubiera quedado a despedirme, en serio, pero Sara se mareó y, adema´s, les cerraban la resi a las once.
ResponderEliminarLo siento.
ah! La plaquette se la pedimos a una chica. Ya sé que no tenía porqué pagarla, pero me parecía mal que pagaran ellas y yo no.
ResponderEliminarAnimo, que yo creo que esto no ha sido para tanto, y esto solo te afectara tanto como tu dejes que te afecte. Muchas veces no es como hacen que te sientas los demas; sino como TU te sientes con lo que te hacen los demas.
ResponderEliminarAunque uno esté muy nervioso o sea muy tímido, las excusas siguen llamándose por su nombre: excusas.
ResponderEliminarDeberías haberte acercado, saludado, dicho que no ibas a leer... y además haberte quedado a le lectura de todos (que es lo mínimo que se puede pedir, digo yo) y haberte despedido.
ResponderEliminarP.D: Y sí, soy del Opus. ¬¬'
jajaja me ha encantado lo último, sí, la letra pequeña jajaja
ResponderEliminarBesos para la niña de las naranjas con el cabello castaño cobrizo? xD
Awy querida, lo describes como una pesadilla, pero creo que te pusiste nerviosa con las circunstancias, sin darte cuenta que la idea era leer y concentrarte en eso, olvidar lo demás... Es fácil hablar desde fuera; en realidad te entiendo... Un beso,
ResponderEliminarV.
He estado leyendo aquí y en tu otro blog, y me gusta mucho como escribes... me llega. Gracias por tu visita. Un abrazo.
ResponderEliminarQuerido Cristian... no busques excusas para explicar las distintas frases de este texto, pues éran vuestras miradas las que se reían de nosotras, sois vosotros los que os creéis "alternativos" por ir con un determinado disfraz. Somos amigas de awy a pesar de lo que tú digas, porque por lo menos hacemos lo posible por intentar hacerla feliz y tratarla bien y no me dedico a ir riéndome de su nuevo corte de pelo ni urgando en la herida después. Las plaquettes se las pedimos a la chica, pero se ve aun no habían encontrado la razón por la que aquel tugurio claustrofóbico estaba lleno de gente "alternativa" exceptuando, claro está, las que no lo éramos. Te han dicho alguna vez que es de mala educación llevar a amigos o conocidos a un lugar en el que no conocen absolutamente a nadie y dejarles solos? uhmmm... visto lo visto creo que no. Y por último, se fue porque yo estaba mareada, puedes aprender a leer bien las entradas, por favor? Gracias...
ResponderEliminarAwy... Te quiero, lo siento, no soy alternativa, pero... te quiero :) muah!
Es muy facil tener la sensación de estar fuera de lugar o de no estar a la altura de....; y si a eso le añades que estas convencida que has arrastrado a tus amigas, y le añades aun más que llueve y te fastidia el pelo...uyyyyy pero de ahí a que quedarte abajo sea inmutable, nada de eso, y ademas te lo puedo garantizar.
ResponderEliminarQuizá las cosas no fueran como te parecieron, pero si tu las sentistes así,pues como que da lo mismo cual fuera la realidad. Pero estate segura que no te quedaras bajo. Además eres una piscis.
Gracias por visitar mi blog. Me ha encantado pasar por aqui
demasiados juicios en estos posts. Y demaasiadas modivas de antes que se pagan ahora a cuenta de otra cosa. Dejar que cada uno sea tan alternativo como quiera o pueda, y menos paranoia de garito, que si me miran que si no me miran. Que cada uno haga lo que le salga de ahí. Menos jueces, joder.
ResponderEliminarliberad a willy
Chica, si no te subiste, será que no tenía que ser. No pasa nada, pero eso de quedarte abajo para siempre no puede ser. Ya llegará el momento adecuado.
ResponderEliminarGracias por pasar por mi mundo rebozado.
Un beso.
Yo no creo que nadie se riera de vosotras y menos por no ir de alternativas (la mayoría de la gente que estaba allí no creo que se considerasen alternativos).
ResponderEliminarPor otra parte entiendo que hacía mucho calor, que había más gente de lo esperado (yo tuve que salir más de una vez a respirar) y entiendo los nervios y lo de no conocer a nadie (yo iba de acompañante, soy muy tímida y me quedé hablando hora y media con alguien que no conocía). Vosotras eráis dos y podíais haber pasado con ella hasta el fondo para que no estuviera tan nerviosa...
me ha dado mucha alegria venir a conocerte, y mirar tu blog un rato, no tienes ni idea.
ResponderEliminarM.
ufff es que hablar en público es complicado, pero tienes que cargar las pilas y hacerlo un día!!!
ResponderEliminaroye y mira para tus amigas seguro que fue una experiencia distinta!!
Qué sensación tan horrible, seguro que yo me iba de una, odio los lugares llenos de gente, me hacen sentir nada. Soy muy paranoica y habría pensado que todos se reían de mí. Prefiero los lugares donde hay gente agradable que te da la posibilidad de relacionarte y que te hace sentir bien.
ResponderEliminarUn beso.
Bueno un mal dia lo tiene cualquiera....No te preocupes. Ya llegaran mejores momentos..Besos y gracias por entrar en mi blog
ResponderEliminarGracias por el elogio en mi blog. Pinta muy bien esta piel de naranja
ResponderEliminarHasta me estaba sintiendo claustrofóbica mientras te leía, me pasa igual en ese tipo de lugares, prefiero mi espacio, y dónde poder conversar...
ResponderEliminarY la canción...de mis favoritas, pero de Radiohead tengo muchas...
eso de leer en voz alta algo de uno me parece muy personal, y como todo, uno tiene que estar preparado y cómodo con eso, si no lo estás, tómate tu tiempo y listo, nada de estar presionando, que ya se sabe que todo con presión sale faltal.
ResponderEliminarPero me he reído más con los comentarios que te han escrito.. "gente alternativa", por Dios! existe eso??? me encantó el comentario de Sara.. pero hay que tomarse las cosas un poco a la ligera supongo.. y recuerden que por naturaleza, los hombres somos medios bestias para dar comentarios sobre como se ve una mujer..es nuestra naturaleza.. no nos den con tanto palo!! un abrazo niña!!