sábado, 10 de mayo de 2008

Yo qué sé

Estoy en casa, son mas de las dos. En teoría no es tarde, sigo borracha (bastante) y en la radio suena una de mis canciones favoritas de hace unos cuantos años: Just like a pill, de Pink. Y me descubro cantándola, porque aún me acuerdo de la letra y el recuerdo de aquellos años me impide no ser sentimental. Y me emociono con esta puta canción de Pink.
boomp3.com
Estoy borracha y a mi lado hay un bocadillo, pero no me lo quiero comer. Será que sigo siendo igual de estúpida y no soy capaz de obedecer mis propias normas.
Será que cuando estoy borracha temo perder los ojos o quedarme sin encías. Dios quiera que nunca me torturen.

Podría escribir una tesis sobre qué sienten las mujeres cuando tienen un orgasmo, pero ni siquiera yo sabría describirlo en mis propias carnes. Qué siento, si lo siento diferente dependiendo del momento. Porque a veces creo que me encuentro inconsciente. O puede que, definitivamente, sea una inconsciente. Alguien, no hace más de una semana o quince dias, me dijo que la gente no cambia. Que pueden mejorar o empeorar, pero no cambiar la esencia. No sé si es una tontería, si al los ojos de la gente con el tiempo parecemos diferentes. Yo qué sé, si al fin y al cabo no dejo de ser una puta bipolar. Creo que la gente, ni los más allegados, no me conocen. Ni siquiera sé yo quién soy. Lo mismo soy la encarnación de algo, de un Bob sentimental. Bob es algo de Twin Peaks. Estas cosas me pasan porque amo demasiado a David Lynch. Pobre Mark Frost, pienso a veces, pero es Lynch quien me tormentó y poseyó hace seis años con Mulholland Drive... o tal vez fue todo cosa de Laura Elena Harring. Ni siquiera sé cómo puedo llegar a recordar nombres propios o escribir con la cantidad de vodka que alberga mi cuerpo. No sé...

Quizá no me emborracho al beber, quizá sea al beber cuando estoy cuerda, cuando dejo de ser esa puta niña autista que no sabe abrir la boca o mirar a los ojos. No sé ni siquiera cómo alguien pudo alguna vez enamorarse de mí. No sé cómo pude estar borracha aquella noche de abril en el dos mil cuatro. Ni siquiera sé cómo puedo recordar algo de lo que no me acuerdo. No sé porqué sigo atormentándome. Lo único que me hizo sentir deseada por primera vez ocurrió una noche de febrero en dos mil seis. O dos mil cinco, no lo sé . Ya no importa lo más mínimo, ya no soy aquella Jenni-Gótica e inmadura gilipollas. O no sé, ¿lo soy? ¿Por qué aborrezco a los emos si un día fui su antecesora más significativa? Aquella idiota, aquella solitaria suicida, esa autista ninfómana.

Por qué me escapo de los sitios. No he durado más de cuatro años en el mismo sitio. Fui nómada desde el momento en qué nací. Ni siquiera sé si sé echar de menos y me sorprende que la gente me recuerde.

Necesito cambiarme el color del pelo. Necesito gritar.... Necesito gritar.

No sé si te necesito... porque a veces sienta tan bien sentirse triste. Qué asco, qué puta emo egoísta de veinte años. ¿Es que no voy a madurar nunca? ¿Es que nunca voy a poder descifrar aquello que se dice entre líneas?

Idiota, pretendes que los demás sí te entiendan a ti, maldita niñata con síndrome de hija única.

A veces me pregunto qué hubiera ocurrido si no me hubiera ido de tu pueblo, abuela. A veces me preguntó cuán diferente hubiera sido todo habiéndome quedado contigo. Por qué no lloré el día de tu entierro ni el día de tu muerte. Por qué me sigue persiguiendo tu recuerdo, porqué no tuve a la gente que quise apoyándome aquel día en el cementerio.

Ojalá pudiera creer que hay algo después y que me leas desde algún sitio. Qué pudieras comprender todo lo que estoy haciendo, y que no te avergüences de mí. Ojalá pudiera darte un beso, porque siento que no te he querido lo suficiente. Pero... es que... Es que te quiero. Y me corroe la rabia y no puedo gritar. Porqué tuve que empeñarme en seguir ticando bonos de solarium aquella tarde.

Joder. No puedo cambiar después de veinte años de silencio.

Pero intentaré ser mejor y no cagarla a la mínima, como tantas veces. Las Jennys y los emos se merecen mi más sincero respeto.

Porque, al fin y al cabo, todos somos unos gilipollas.

9 comentarios:

  1. tengo la noche llorona, hoy te quiero

    beso

    yo

    ResponderEliminar
  2. .Espero que la resaca que hoy te hizo sentir de nuevo viva,(el dolor siempre nos recuerda que estamos vivos...creo)mejore tu animo...guooo! mucha catarsis...demasiada creo que ya se por que no bebo tanto como antes...me pongo como vos, con esto no voy a darte lata de que te entiendo, por que no te conozco la verdad, pero tmb me siento asi a veces tanta mierda que atromenta la cabeza y nadie que me pueda dar alguna puta explicacion...me quede pensando con lo que pusiste que no lloraste en el entierro de tu abuela y todo eso...mi mama fallecio el año pasado y no pude estar en su entierro...y me pasa eso...voy pensando de mas...cosas que no deberia...en fin, haber si tenemos un mejor dia o noche nose...cuidese,un beso y un abrazo fuerte!!!

    ResponderEliminar
  3. podemos hartarnos de correr pero suele ser complicado escapar de nosostros mismos, como siempre digo.
    No cambies porque quien te quiera lo hará por ser tal cual eres.

    Un beso, mirando a los ojos :-)

    ResponderEliminar
  4. Lo único que se me ocurre decir después de leer éste texto y comprobar que en algunas cosas también me recuerdas mucho a mí, es que sobre todo la última frase: "Todos somos gilipollas", la escribí hace tiempo en no sé cuál de todas las mierdas de internet que tengo, y es la única cosa de la que, al fin y al cabo, estoy completamente segura.

    Toma!!!! La frase más larga que he escrito en mi vida O_O

    ResponderEliminar
  5. Conoce alguien de verdad a otra persona? Se conoce alguien de verdad a si mismo ? Crees que si,hasta que haces algo que no es propio de ti , de tu naturaleza ,entonces ocurre una crisis infinita ,o una inexistencia infinita o un olvido infinito o tal vez ,absolutamente nada .

    Se puede cambiar ,también la esencia ,los cimientos ,para bien y para mal ,más profundamente que puliendo defectos o que agrandándolos ,se puede cambiar completamente ,en lo más profundo ,puedes convertir el ángel en una bestia inmunda y cruel y el genocida en un basto idioma amoroso ,pero nadie lo hace .

    No todos son gilipollas,algunas pocas personas sólo lo son cuando beben demasiado.

    Si has aprendido algo de tu abuela ,esta puede estar viva hasta que te mueras.En algún instante ,tú eres tu abuela ,algo de ella ,por que en algún momento o en varios momentos ,algo de ella te ha tocado para siempre .Las lagrimas sólo son una forma de desahogarse ,sólo una forma de desahogarse ,no son para tu abuela ,son para ti ,y ni siquiera son la única forma de desahogarse.

    Todos pueden enamorarse de ti,cualquier persona,en cualquier momento ,pero eso vale menos que la forma en la que tú te desenvuelves y la manera en que amas .

    ResponderEliminar
  6. Lo he leído, y.. No sé qué decir. Se me ocurren taaantas cosas con las que estoy de acuerdo o me siento identificada que no soy capaz de empezar por una, ni de hacer un resumen. Tampoco es necesario, así que así se queda.
    ¿Es un relato o es de algún libro?
    Eh, no sé.. Jajajajaja!!! Ahora me río y no sé ni por qué.. En realidad debería estar asustada.. Bueno, qué coño más da! Gracias por el enlace, voy a ver de quién era para buscar más cosas suyas.
    Un beso grande :)

    kljuhgsdliashi dahosiids!! O_O

    ResponderEliminar
  7. Claro, eran demasiadas coincidencias.. ¬¬ jajajajaja así que es tuyo, joe, qué genial!!!

    Mira: Las mandarinas y las naranjas. Las naranjas son más grandes, ambas dos son de color naranja, y pertenecen a la familia de los nosequé.. A pesar de no ser l amisma fruta, son bastante parecidas y una recuerda a la otra. Las dos cayeron de un árbol. Las dos tienen zumito. Creo que nos perseguimos jajajajaja

    ResponderEliminar
  8. la gente te recuerda porque simplemente eres tú, no hay nada más por qué preguntar, esa es la única respuesta. Gran verdad la última frase... un abrazo niña.

    ResponderEliminar
  9. Cuánto tiempo seguiremos nómades emocionales, torturándonos, dándole vueltas a los mismos asuntos en ruedas de hámsters, haciento gigantes oscuros de molinos...en la hiperreflexión que no llega a ninguna parte...convirtiendo el alcohol en sangre, solo para ver con hastío a ese ser que pretende no necesitar...

    ResponderEliminar

Entradas y Comentarios