Después de leer los "meacuerdos" de Jesús Carrasco se me ha ocurrido colgar los que hice para una práctica de Composición Literaria.
¿Os animáis a dejarme vuestros recuerdos en los comentarios de esta entrada?
Los terminaré colgando...
Me acuerdo de haberme escapado del colegio, en preescolar, con mi amiga Amaya para coger caracolas de colores.
Me acuerdo de un día de verano del noventa y tres, mirando por la ventana del piso de Miranda con plastilina entre las manos, a punto de llorar, y la dueña del piso diciendo: Pero aquí vas a estar mejor, hay más niños que en Castañares.
Me acuerdo de haber cantado canciones de Laura Pausini en numerosos karaokes cuando era niña y tenía seguridad en mí misma.
Me acuerdo del cuatro de mayo de mil novecientos noventa y siete, cuando mis padres se besaron en la calle por última vez antes de divorciarse.
Recuerdo los besos con Ana detrás de un contenedor de papel cuando teníamos nueve años.
Me acuerdo de la primera vez que bebí alcohol. Estaba en el merendero de Laura con muchas amigas, tendríamos unos doce años y yo terminé bailando canciones de Venga Boys en ropa interior encima de una mesa.
Me acuerdo de ir con el teclado electrónico apoyado en el hueso de la cadera hacia la peluquería de Julián para que me enseñara a tocar el piano.
Me acuerdo de haber perdido el cuaderno donde dibujaba mis sueños en una apuesta absurda. Supongo que realmente quería que Cristina se quedara con él.
Recuerdo que a los quince años me vi más guapa que en toda mi vida, con una minifalda vaquera y unas medias fucsias, pero todas mis amigas dejaron de hablarme a partir de ese día.
Recuerdo el dos mil tres, mi primer año viviendo en Logroño, como si hubiera vuelto a nacer.
Recuerdo no acordarme de qué pasó realmente aquella noche de abril de dos mil cuatro en un portal.
Recuerdo el primer año en la Escuela de arte de Logroño como el mejor año de mi vida.
Me acuerdo del parque San Miguel, las cervezas y el calimocho con café.
Me acuerdo del camarero de un bar punk de Logroño diciéndome “Ya te tengo calada: vienes aquí a poner cachondos a los punkarras”.
Me acuerdo de un punki que me daba gajitos de mandarina mientras sonaba Mars Volta y veíamos vídeos de violencia extrema.
Recuerdo haberme quedado inconsciente en un orgasmo.
Me acuerdo de lo último que me dijo mi abuela antes de morir: “abre una botella de champagne”. Después de morir, en un sueño, gritaba: “no me saquéis de aquí”.
Recuerdo a mucha gente a lo largo de mi vida preguntándome por qué soy tan callada.
Me acuerdo de un día de verano del noventa y tres, mirando por la ventana del piso de Miranda con plastilina entre las manos, a punto de llorar, y la dueña del piso diciendo: Pero aquí vas a estar mejor, hay más niños que en Castañares.
Me acuerdo de haber cantado canciones de Laura Pausini en numerosos karaokes cuando era niña y tenía seguridad en mí misma.
Me acuerdo del cuatro de mayo de mil novecientos noventa y siete, cuando mis padres se besaron en la calle por última vez antes de divorciarse.
Recuerdo los besos con Ana detrás de un contenedor de papel cuando teníamos nueve años.
Me acuerdo de la primera vez que bebí alcohol. Estaba en el merendero de Laura con muchas amigas, tendríamos unos doce años y yo terminé bailando canciones de Venga Boys en ropa interior encima de una mesa.
Me acuerdo de ir con el teclado electrónico apoyado en el hueso de la cadera hacia la peluquería de Julián para que me enseñara a tocar el piano.
Me acuerdo de haber perdido el cuaderno donde dibujaba mis sueños en una apuesta absurda. Supongo que realmente quería que Cristina se quedara con él.
Recuerdo que a los quince años me vi más guapa que en toda mi vida, con una minifalda vaquera y unas medias fucsias, pero todas mis amigas dejaron de hablarme a partir de ese día.
Recuerdo el dos mil tres, mi primer año viviendo en Logroño, como si hubiera vuelto a nacer.
Recuerdo no acordarme de qué pasó realmente aquella noche de abril de dos mil cuatro en un portal.
Recuerdo el primer año en la Escuela de arte de Logroño como el mejor año de mi vida.
Me acuerdo del parque San Miguel, las cervezas y el calimocho con café.
Me acuerdo del camarero de un bar punk de Logroño diciéndome “Ya te tengo calada: vienes aquí a poner cachondos a los punkarras”.
Me acuerdo de un punki que me daba gajitos de mandarina mientras sonaba Mars Volta y veíamos vídeos de violencia extrema.
Recuerdo haberme quedado inconsciente en un orgasmo.
Me acuerdo de lo último que me dijo mi abuela antes de morir: “abre una botella de champagne”. Después de morir, en un sueño, gritaba: “no me saquéis de aquí”.
Recuerdo a mucha gente a lo largo de mi vida preguntándome por qué soy tan callada.
¡¡Hala!! Qué movida, ¡100 entradas en lo que va de año!
ResponderEliminary a partir de aqui ya no recuerdas nada?
ResponderEliminarHola Awi! Esta es la forma en que yo le presenté mis "Me acuerdo" a Javi en composición. Gracias por la invitación.
ResponderEliminarDÉCIMA ESPINETE
Me vine en siete meses y tres días,
jugué al Lego, me harté de Nocilla,
viajé con Yupi, tuve pesadillas
con monstruos parecidos a mis tías.
Cambié los naipes de la ingeniería
por literatura en filología.
Odié Madrid amando Barcelona,
sentí New York más cerca que mi vida,
Joaquín, Silvio y Joan dan la salida
de estos San Fermines sin Pamplona
afortunadamente, anónimo, tengo amnesia selectiva. No recuerdo absolutamente nada desde el 4 de abril de 2007 hasta mediados de enero de este año. Es como si me hubiera quitado diez kilos.
ResponderEliminarUmm...
ResponderEliminarMe acuerdo de un señor, no me acuerdo quién, que cuando tenía dos años me dijo que cerrara los ojos, y que cuando contara tres, que chupara con todas mis fuerzas. El muy hijo de puta me puso un cigarro encendido en la boca y casi me muero. Le cogi asco al tabaco al instante.
Su puta madre xDDD.
Uis, y también me acuerdo, seria cuarto de primaria, o quinto, a la vuelta de vacaciones. Vi a mi mejor amigo en la fila para entrar a clase, y corrí hacia el como un loco. EL me esperó con los brazos abiertos, salté a por el y nos fuimos al suelo los dos xDD
Buah, y me acuerdo de aquel carnaval, en el que me dedique a subirle las faldas a todas las niñas con las que me encontraba, que iban vestidas de flores. Y yo iba vestido de... narrador de cuento... creo que tenia alguna obra de teatro, pero no estoy seguro xDD
Ahora mismo me acuerdo de cuando la **piii** de **piii** de la **piii** y su **pii** madre, cuando me suspendió dibujo artístico(por que me suspendió ella por que le salió de las narices, por no mentar otro lugar, la muy guarra, hija de una hiena, etc, etc). Y cuando le dije a Óscar, después de salir de hablar con ella que me señalara una taquilla. Y recuerdo darle una hostia, que deje la puerta doblada hacia afuera.Y me acuerdo de salir cabreado como la vida fuera de la escuela, andar hasta el paso de cebra, respirar profundamente, decir "mierda" y volver para disculparme y disculpar a Óscar y Borja, que se habían quedado flipando en medio del pasillo y les calló una bronca que no entiendo todavía.
Esto es un no parar xD
Y miles de cosas que se quedan por ahí atras... Fum... Un Melchor de pega me dio una trompetilla de plástico que al tocarla muy fuerte me perforó un tímpano. Y de una bengala que me hizo un agujero en nochevieja en un jersey que todavía uso. Y recuerdo cuando mi padre me cogía a hombros cuando llegaba de trabajar, y se hacia pasar por un robot, y yo le daba ordenes apretando su cabeza de manera aleatoria, y me llevaba mi habitación y me dejaba caer desde el puesto de mando a la cama, y yo me partía de risa. Y de un perro de peluche ENORME que había siempre encima de mi cama, azul y rosa. Y de mi abuela, que siempre que íbamos a su casa me preparaba y me daba de comer un huevo frito, y yo siempre intentaba morderle los dedos. Hasta que lo conseguí. Y en ese momento dejó de hacerme huevos fritos xDDDD
Jajaja. Será mejor que lo deje, que estas cosas fluyen solas xD
¡¡que grandes los días de la Escuela!!
ResponderEliminara mí en primero me suspendió artístico Cecilio, jajaja, pero luego en 2º, con Carmelo, sacaba sobresalientes y movidas, jaja, qué gran criterio...
Yo me acuerdo de estar esperando el autobús que me llevara de vuelta a Valladolid, a las cinco de la madrugada, y que viniera cierto individuo en bici a despedirse :P
"Yo me acuerdo de estar esperando el autobús que me llevara de vuelta a Valladolid, a las cinco de la madrugada, y que viniera cierto individuo en bici a despedirse :P"
ResponderEliminarQué envidia poder acordarse de algo así.
Me acuerdo de muchas muchas cosas, pero esperaré a publicarlas el mes que viene de una tirón en mi blog, en "Me acuerdo (segunda parte)".
ResponderEliminarTe pones un ratito a pensar y te viene un montón de materia prima a la cabeza. Además, creo que es muy buena terapia para darte cuenta de quién eres y quién has sido.
Me acuerdo de quedarme encerrado en un ascensor con 4 o 5 años, les tuve pánico hasta los 12.
ResponderEliminarMe acuerdo del verano de 2004 que pase sin salir de casa por miedo al mundo, en Septiembre cambie de colegio y conocí a gente maravillosa que me hizo sentirme mucho mejor.
Recuerdo llorar por perderme en un hospital con 4 años, sentí una alegría inmensa al ver a mi madre.
Me acuerdo de todos los veranos desde el 94 hasta el 2000 en Las Norias con mis amigos, no existían los problemas mas allá de las regañinas de nuestras madres.
Me acuerdo de recibir un privado en el tuenti que hizo que volviera a encontrarme muchos años después con una persona que ha cambiado mi vida.
Me acuerdo de quedar inconsciente por el ataque del perro de mi tío con 3 años, me ataco por mojarle.
Recuerdo ver caer sobre mí 600 kilos en placas y pensar que todo había acabado.
Me acuerdo que no me acuerdo de nada.
ResponderEliminarPues yo solo me acuerdo de lo que quiero. No es que tenga memoria selectiva, es que soy un poco cabrón.
ResponderEliminarCalimocho con café? estas loca?
ResponderEliminarSi majo, calimotxo con capuccino, para ser exactos. Ech´abamos sobres de capuccino a saco en la botella. No veas qué de espuma. Lo acojonante es que no sabía malo, y nos ponía espídicas perdidas.
ResponderEliminarMe acuerdo de haber bajado rodando las colinas del San Miguel.
Estas son el tipo de cosas que merece la pena escribir aunque sólo sea para poder leerlas cuando ya no podamos recordarlas...
ResponderEliminarMe acuerdo del camino de vuelta a casa con mi padre, cuando al empezar la manzana de casa íbamos dando saltitos a compás.
Me acuerdo de las ganas que tenía de que me creciesen los pechos!
Me acuerdo de la primera vez que me senté en un parque con un chico.
Me acuerdo de mi primer amor, y de cómo sufrí más de lo que nunca he vuelto a sufrir, aun siendo pequeña todavía.
Me acuerdo de Vilma y el sonido de sus patitas en la terraza cuando se escapaba de su casa buscando mi olor.
Me acuerdo de mi tortuga... era enorme y malvada.
Me acuerdo de que mi abuelo me lavaba las manos.
Me acuerdo del balancín de la casa de mamá.
Me acuerdo del tacto de una barba desaliñada.
... Acordarse es revivir, pero también dejarse ganar por la nostalgia.
Y yo me acuerdo de haber compartido alguna de esas líneas contigo.
ResponderEliminarGotitas saladas corren hacia mis labios. Te añoro.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarRecuerdo cuando era pequeña y corría todas las mañanas detrás de dos patos, a los cuales más tarde terminé comiéndome engañada.
ResponderEliminarRecuerdo mis constantes lloror desde 2º de infantil hasta 2º de primaria.
Recuerdo la primera vez que escribí una poesía.
Recuerdo el primer día que me topé con él en el ascensor. Llovía. Estábamos empapados y el corazón queriendo salirse de mi pecho. Meses después abrí la puerta del ascensor para que nos quedáramos atascados.
Recuerdo la primera noche que besé a una chica... Y la última.
Recuerdo haber perdido el conocimiento en una piscina, de muy pequeñita, rodeada de piernas que me atrapaban.
Recuerdo llorar escondida en una esquina de mi habitación.
Recuerdo mi primera clase de piano. Y mi primera canción.
Recuerdo haber estado inconsciente tirada en un portal.
Recuerdo cuando mis padres me dijeron que mi primo estaba en el hospital e iban a verle. En realidad estaba muerto. Cuando mi prima estaba en el hospital y fueron a verla. En realidad estaba muerta.
Recuerdo dormirme abrazada en su pecho y llorar de felicidad.
Recuerdo no haber sentido nada mi primera vez. Sólo indiferencia.
Recuerdo la vez en que intentaron "forzarme", y recuerdo la cara de aquel cabrón.
Recuerdo llorar desesperadamente porque logré que mi mejor amiga fuera feliz con el chico del que llevaba enamorada dos años.
Recuerdo estar metida en la bañera, con mucha espuma y aceites, con velas y música, cantando y llorando,y un cuchillo entre las manos deseando morir allí mismo.
Recuerdo... que hay momentos que es mejor no recordar...
Me acuerdo de uno de mis mejores amigos de la infancia del que ya no sé nada, se fue a Madrid y antes no existía ni MSN ni tuenti ni leches. Éramos casi vecinos y volvíamos del colegio a la escuela tirando pelotas de tenis a la pared, jugando partidos totalmente estáticos.
ResponderEliminarMe acuerdo del pan con leche caliente en mi casa vieja del pueblo, de la moneda de 500 pelas que me daba mi abuelo, de la tienda roñosa de golosinas en la que me compraba cebolletas y tiras de pica pica.
Me acuerdo de llorar en el quiosco de mi pueblo porque mis amigas habían cambiado tanto que me sentía totalmente desplazada (me llevaban 4 años, yo era una micaja)
Recuerdo cómo fui a buscar a los de mi edad y les dije -Hola. y uno de mis mejores amigos actuales me dijo: -Tú eres una idiota.
Me fui a casa llorando. Recuerdo bajar la cuesta enorme corriendo aguantando las lágrimas.
Bf. no te quiero aburrir, pero de verdad que es un ejercicio buenísimo. Creo que voy a empezar a hacer esto en un documento word.
Besos.