Morning, 1884
Edvard Munch.
Edvard Munch.
Su padre se ahorcó un día de febrero. Ella llora porque este acontecimiento la dejará sin regalos de San Valentín. Él, en el cementerio, acusa a su padre de todo por lo que ha tenido que pasar y en lo que se ha convertido. Por ser un inútil incapaz de ver más allá de la pantalla del televisor. Por haber tenido que ser marido de su madre y padre de su hermana. Por no querer a nadie que lleve falda. Ella se sienta en el borde de la cama, calentándose los pies con un pequeño calefactor que no consigue dar calor, sólo evaporar lo poco que le queda de esperanza.
La esperanza se escapa por los pies?
ResponderEliminarJoe... ya decía yo....
Besicos
peqeño pero hermoso, al fin y al cabo, uno siewmpre esta solo.
ResponderEliminarA A A A A A A A A A A A A A
ResponderEliminarIba a escribirte con absoluta solidaridad, utilizando CTRL+V en lugar de "a" pero tienes la extraña habilidad de dispersar mi atención en varios frentes a la vez y, tras las risas que me he pasado leyendo tu encuesta, he de decir que hoy me quedo con las opciones de la misma y echo de menos una: sigue escribiendo lo que te salga del coño, sigue siendo túUn beso
ResponderEliminarTe puedes imaginar que estoy con La opción de Hyku, guapa... Precioso ese relato corto, desconcertante y muy impactante. Besos gordos,
ResponderEliminarV.
Me ha gustado mucho.
ResponderEliminarun abrazo
Muy buena mini-ficción, Awi.. eso.
ResponderEliminar(Difícil su nombre)
El Profesor