La obsesión es mala, chicos.
La obsesión no es vuestra amiga.
El mundo se está volviendo loco.
Es veintiuno de marzo. Oficialmente ya es primavera... y está nevando.
En la residencia se han perpetrado varios robos...
Todas somos sospechosas.
¿Jugamos al cluedo?
Y ha desaparecido mi hipotiroidismo por arte de magia.
La obsesión es mala, chicos.
Una ecografía tiroidea a principios de verano me dijo que tenía hipotiroidismo. Desde ese día me sentí amenazada. Mi metabolismo se había puesto en mi contra y pretendía transformarme.
Por ello, decidí hacerle frente, intentando hacer uso de una cosa llamada fuerza de voluntad, huyendo de las grasas.
Sometiéndome a la dieta de las naranjas.
Y las manzanas.
Y los kiwis.
Todo para volverme a hacer una analítica nueve meses después; después de tanto sufrimiento (y hambre).
¿Resultado?
El hipotiroidismo se fue, se fue, me quedó sólo su recuerdo...
El colesterol casi bajo tierra (50 mg/dl cuando lo normal es tenerlo entre 90 y 150), bajadas de tensión y la regla en huelga.
Que bonita historia de amor... La regla se fugó con el hipotiroidismo, y el colesterol, deprimido...
Así está a mi corazón: atacado de los nervios.
¿Quién se anima a darme un par de hostias bien dadas?
yoooooo!!! yo me animo, yooo!!! que no será por la falta de veces que te lo habré dicho!!! que te esperaras a ver qué te decían y tú que no que no...que en internet pone esto y lo otro.....grrrrr..... hostiazo te voy a dar cuando te vea luego!!!! XDD
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