Pegados con trocitos de celo, cubrían la pared de Dalila, mechones de pelo.
Mechones cortos, de todos los colores, lisos, rizados, más o menos sucios, algunos canos y otros podridos como aquel que los portara.
Pero quién no estaba podrido. Quién de todos aquellos podría salvarse. Ni siquiera Dalila.
Ella estaba más condenada – ya era una condenada – que cualquiera de ellos.
Condenada a vagar, a rodar sobre una barra como pelusilla enmarañada. Rodando, borracha, en un micro-cosmos donde no había hombres sino almas buscando la redención en el purgatorio.
Dalila podía expurgarlos. Tenía la capacidad de extirpar el deseo con un corte de pelo. Extirpar el vicio carnal que llevaba a aquellos hombres a la perdición.
Dalila podía erradicar de su paladar el sabor a manzana, a pecado, a tabaco negro, ginebra y autoengaño. Pero hay pecadores que no se quieren salvar. Y eso Dalila lo sabía muy bien, por eso no decía nada.
Ellos pagaban lo suyo por disfrutar de su belleza y ella hacía lo propio, como cualquier prostituta.
El corte venía después, a traición, y les robaba la fuerza como una mantis. Como una mantis expiadora. Pero aquellos pecadores no querían ser limpiados, y se arrastraban después, sin fuerzas, como culebras, hacia Eva, a reclamarle una manzana; el derecho a seguir siendo un enfermo, un depravado.
Eva nació un trece de diciembre, entre nieve y niebla, y desde entonces siempre estaba fría, como la serpiente que recorría su cuerpo rosado en los espectáculos de cada noche. Eran dos reptiles jugando a tentar a las almas descarriadas para terminar de destrozarlas.
Eva, como droga, se introducía en las venas de aquellos hombres y les absorbía la dignidad por dinero. Siempre por dinero. Para dejarles marchar luego, con el peso de la culpa rechinando en sus dientes.
Pero para eso estaba Dalila, siempre dispuesta, esperando con unas tijeras. Para eso estaba, como una buena samaritana.
cada día te superas, jefa...
ResponderEliminarVara
(un beso de mantis)
Ésta noche duermo sobre mi almohada, una vez más, una vez menos, dividido entre dos y me llevo cuatro.. :)
ResponderEliminarme siento orgullosa al pensar que permaneces en la habitación de al lado... y aún así, tus palabras no sólo atraviesan el tabique que nos separa, sino que traspasan todas las paredes de la casa... maldita casa
ResponderEliminarJoder, me alegro un montón de que os haya gustado este texto!
ResponderEliminarLo escribí en la clase anterior a Composición Literaria, porque tenía que entregar un texto que tuviera un trasfondo bíblico...
Sara: yo en esta casa, ¡maldita casa! me siento bien, no la siento tan maldita. Para malditas las facturas, esas sí que son unas hijas de puta.
Un besazo enorme a los tres (ana, lo que has escrito me ha recordado a una canción de Vetusta Morla, creo que desde el concierto no soy la misma :) )
amm... nose nada sobre ilustrar , digamos que sólo brevemente. Sólo puedo dibujar cosas realmente buenas a lápiz o carboncillo.
ResponderEliminarhasta hoy vi tu comentario
por cierto si me gustaría hacerlo, pero soy una aficionada
ResponderEliminarPodría cortarle el pelo a más de un lider mundial, o no. Dalila es muy suya...
ResponderEliminarUn saludo
Como puedo contactar con vos?
ResponderEliminarPD: mi msn > acido_bratislavo@hotmail.com
Ese msn me suena...
ResponderEliminarMataría por escribir como tú.
ResponderEliminarCon el mismo barro viejo, el polvo con el que otros insulsos dioses crearon formas aburridas, tú creas "pluriversos" donde hasta lo viejo parece fluir de un pozo recién abierto. Sentado en el brocal de tu blog, miles de imágenes se adivinan en el agua de tus misterios: faldas de pliegues imposibles, de las que emergen muslos sinuoso y fuertes; ojos con pupilas de mil colores,de extrañas formas, mirando desde el borde donde se tocan la sombra y la luz; y una "Niña de Azahar", de sonrisa picarona y pelo con aliento de dragón.
Eso es una mujer con poder.
ResponderEliminarPor cierto, féliz año y féliz cumpleblog.
@Preste Juan: yo he matado para escribir como ella y no me ha servido de nada, así que mejor buscar otra estrategia...
ResponderEliminary a quién has matado, Salu, si se puede saber? porque últimamente no me hablas de tu compañero de apartamento y empiezo a temerme lo peor!!
ResponderEliminar¡Bueno, Salu, miedo me das! Espero que de todas formas haya sido un asesinato "por negocios" y no uno pasional. El primero se distingue del segundo en que, siendo igualmente inmoral, es más civilizado...¡Ya sabes, "cuestión de negocios, Don Corleone"! El segundo, que tanto abunda últimamente, me da más miedo. Son el fruto de pasiones y amores enfermos, carente de madurez y asesino de sociedades.
ResponderEliminarDe todas formas, espero que no hayas acabado con tu compañero de cuarto. Sería un penoso colofón para estos "posts" de Awixumayita...Y una lamentable ingerencia en mi profesión "secundaria". Aunque últimamente ando retirado y puede que no vaya a visitarte...puede...