Para sacudir la realidad de las pestañas, optamos por mantenerlas bien pegadas,
agarrarnos bien fuerte de la mano del otro y
saltar al vacío sin pensar en el final,
sólo sintiendo la caída,
la fuerza de la gravedad arrastrándonos en el aire,
nuestro interior acelerado.
Gritar hasta desgarrarnos.
jocomomola
ResponderEliminarNo hay vértigo: sólo hilos y fuerzas que manejan.
ResponderEliminardios! me flipan las fotografías que escoges en tus entradas! primero te extrañan, después...dices coño! el complemento perfecto!
ResponderEliminarsaludos
que no duela la caida, solo deseamos eso...
vaya que sí! acelerado muy acelerado...
ResponderEliminar