Vivimos por unas horas una vida que no es la nuestra, pero sí la que quisiéramos tener. Aunque todo, siempre, se puede mejorar. Un gato enfermo que ronronea en mi regazo, Héroes del silencio de fondo, una luz muy poco ambiental, pero el ambiente ya lo estamos poniendo nosotros mismos. Comida china sobre una mesa de mármol y metal que intenta parecer dorado. Entre los resquicios barrocos de quienes antes estuvieron aquí y los latidos de quien ahora vive retumbando en cada póster, en los libros de las estanterías y las películas de Tarantino y Tim Burton, que nos gustan, pero no son nuestras. Como nada de lo que hay aquí, aunque lo vivamos como nuestro durante estas pocas horas. Y hacemos como que nos queremos sin saber qué queremos realmente mientras los gatos duermen y termina el cd.
Magnifica escena. Como para romper un pensamiento y doblar cada pedazo en formas geométricas poco conocidas hasta hoy.
ResponderEliminarwenas, otra vez me ha vuelto a encantar tu breve narracion y tu gran capacidad para poder describir un sentimiento en una situación de una manera tan bella(se que todo esto a sonado muy pelota y muy cursi, pero weno, hacia tiempo que no te comentaba, xD).
ResponderEliminarGracias por comentar! Me alegra ver que os ha gustado... Y no os olvidéis de pinchar en los anuncios, que por cada clic me dan 4 duros, y se agradecer.
ResponderEliminarBesos
Muchas veces toca vivir así, un poco de prestado. Bien contado, amiga mía. Besos,
ResponderEliminarV.
En realidad, siempre estamos de paso y lo que nos rodea es efímero. Pero confirmas tu don llevándonos por la estancia.
ResponderEliminarBesos prestados