Me he sentado a escribir, pero no se me ocurre nada. Qué tonta, ¿no? Si no tengo nada que contar, ¿para qué escribir?
Pues la verdad es que no sé. No tengo ni idea.
De vez en cuando me meto en http://spaces.live.com/ para ver espacios de gente anónima. Me gusta saber qué piensan, que sienten, qué les preocupa. Ver esas fotos en las que todos salen sonrientes, rodeados de amigos. O fotos de sus ídolos, o esos malditos dibujitos y fotitos en plan “rollo Emo” que tan de moda se han puesto en los espacios de las adolescentes.
Somos una cuadrilla de egoístas a gran escala. Ya no existen los diarios, y si existen ya han perdido todo su interés. Ahora parece que quisiéramos prostituir nuestra intimidad. Declaraciones de amor, fotos de la familia, insultos a los enemigos. Hay tantas vidas por descubrir, y todas están aquí, dentro de mi ordenador.
Todo se ha enfriado. Ya nadie se confiesa ante el compañero, ahora eso nos sabe a poco. No creemos conocer a quien tenemos al lado, y muchísimo menos creemos que él nos conozca a nosotros.
Para liberar tensiones ya no salimos a gritar al monte, preferimos escupir todo en un space. ¿El receptor? ¡Qué importa a quien vaya dirigido!
Egoístas, llorando palabras en un space, buscando alguien que nos comprenda.
Qué triste, creemos ser únicos, pero basta entrar en http://spaces.live.com/ para descubrir que todos escriben lo mismo que tú. Además, la gracia que tiene, que ves las fotos y fácilmente puedes toparte con tu vecinita, la pija, la niñita de papá que vive en el cuarto piso, escribiendo acerca del suicidio.
Y, es curioso, aún no he descubierto ningún space personal que hable de la sociedad actual, o de problemas que realmente importen. Sólo “yo, yo, yo, yo”.
Todo es una estética...
Quizás los Emo sean los más sinceros, después de todo... Después de todo ellos son los primeros que se consideran egocéntricos al pasarse el día lloriqueando por sus “inmensas” desdichas personales. Quiero morir, quiero morir, quiero morir...
¿Por qué no organizan de una puta vez un suicidio colectivo, digo yo? (Estoy siendo sarcástica, por favor, no cometáis gilipolleces, amigos míos).
Y no sé porqué escribo esto, siendo yo la primera que escribo un blog.
Aunque, bueno... Yo no hice este blog para autocompadecerme, ni para que me compadezcan. Ni tampoco lo he rellenado con fotos de mis amigos para demostrar que los quiero mostrando a todo el mundo lo feliz que soy con ellos.
Entonces, ¿Que qué pretendo con este blog?
¡qué se yo! ¿Qué pretendió Valerie Tasso al publicar “Diario de una Ninfómana”?
¿Para qué publicó Melissa Panarello su diario bajo el título de “Los cien golpes”?
Maldita sea, ¿Qué es lo que quiero demostrar con este blog?
¿Sacar a relucir ese mundo que habita en mi interior? ¿Esa parte de mí incapaz de exteriorizarse al ser impedida constantemente por mi patológica timidez?
Tal vez... Puede ser eso.
Que soy una cobarde, nada más. Una patética cobarde.
Pues la verdad es que no sé. No tengo ni idea.
De vez en cuando me meto en http://spaces.live.com/ para ver espacios de gente anónima. Me gusta saber qué piensan, que sienten, qué les preocupa. Ver esas fotos en las que todos salen sonrientes, rodeados de amigos. O fotos de sus ídolos, o esos malditos dibujitos y fotitos en plan “rollo Emo” que tan de moda se han puesto en los espacios de las adolescentes.
Somos una cuadrilla de egoístas a gran escala. Ya no existen los diarios, y si existen ya han perdido todo su interés. Ahora parece que quisiéramos prostituir nuestra intimidad. Declaraciones de amor, fotos de la familia, insultos a los enemigos. Hay tantas vidas por descubrir, y todas están aquí, dentro de mi ordenador.
Todo se ha enfriado. Ya nadie se confiesa ante el compañero, ahora eso nos sabe a poco. No creemos conocer a quien tenemos al lado, y muchísimo menos creemos que él nos conozca a nosotros.
Para liberar tensiones ya no salimos a gritar al monte, preferimos escupir todo en un space. ¿El receptor? ¡Qué importa a quien vaya dirigido!
Egoístas, llorando palabras en un space, buscando alguien que nos comprenda.
Qué triste, creemos ser únicos, pero basta entrar en http://spaces.live.com/ para descubrir que todos escriben lo mismo que tú. Además, la gracia que tiene, que ves las fotos y fácilmente puedes toparte con tu vecinita, la pija, la niñita de papá que vive en el cuarto piso, escribiendo acerca del suicidio.
Y, es curioso, aún no he descubierto ningún space personal que hable de la sociedad actual, o de problemas que realmente importen. Sólo “yo, yo, yo, yo”.
Todo es una estética...
Quizás los Emo sean los más sinceros, después de todo... Después de todo ellos son los primeros que se consideran egocéntricos al pasarse el día lloriqueando por sus “inmensas” desdichas personales. Quiero morir, quiero morir, quiero morir...
¿Por qué no organizan de una puta vez un suicidio colectivo, digo yo? (Estoy siendo sarcástica, por favor, no cometáis gilipolleces, amigos míos).
Y no sé porqué escribo esto, siendo yo la primera que escribo un blog.
Aunque, bueno... Yo no hice este blog para autocompadecerme, ni para que me compadezcan. Ni tampoco lo he rellenado con fotos de mis amigos para demostrar que los quiero mostrando a todo el mundo lo feliz que soy con ellos.
Entonces, ¿Que qué pretendo con este blog?
¡qué se yo! ¿Qué pretendió Valerie Tasso al publicar “Diario de una Ninfómana”?
¿Para qué publicó Melissa Panarello su diario bajo el título de “Los cien golpes”?
Maldita sea, ¿Qué es lo que quiero demostrar con este blog?
¿Sacar a relucir ese mundo que habita en mi interior? ¿Esa parte de mí incapaz de exteriorizarse al ser impedida constantemente por mi patológica timidez?
Tal vez... Puede ser eso.
Que soy una cobarde, nada más. Una patética cobarde.
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