Marina se despierta mareada. Como si su vida hubiera dado un giro de trescientos sesenta grados mientras estuvo dormida. Un giro violento para volver al principio. Lo que viene siendo el seno materno.
Un mareo terrible y un desconocimiento total. La habitación, empezando por la mesilla, no parece la misma que la noche anterior.
Humedad. Un fuerte olor a placenta y un ambiente denso, pegajoso.
Incomodidad. Como la que se siente al estar en un lugar desconocido.
Se toma un café y se le sube a la mirada. Ahora el mundo ha adoptado una tonalidad marrón. El resto de la gente parece tanoréxica. El mundo que ahora se presenta ante sus ojos se está pudriendo, dejando en su lugar un denso olor a descomposición. Y, sin embargo, se siente viva. Desconocida para el mundo y todo el mundo para ella.
hola
ResponderEliminarte he escrito un mail despues de mucho reescribirlo y releerlo. creo no me dejo nada en el tintero. espero que al menos te sirva para entenderme. leelo por favor
un saludo
Me encanta, una bella e inteligente manera de decir las cosas que pasan.
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