Según ella el SIDA es una enfermedad inventada. Él tacha en el calendario los días y ríe un poquito. Ninguno de los dos sabe nada. Tampoco el resto. Esos nunca saben nada.
Todos juntos comen bravas en la terraza de algún bar.
Él solía trabajar en clubs cuando era adolescente. Para pagarse los estudios, decía, aunque en realidad trabajaba por puro placer. Su nombre era Crápula, pero sólo cuando calzaba los tacones. El resto del tiempo, y para todos, era Eric. El chico con pecas. El frágil, el guapo. El sueño lascivo de las quinceañeras. Ella era Carmen, siempre Carmen, para todos. Pero nadie lo sabía.
- Me parece absurdo pagar un hostal por una noche si ya hemos pagado la parcela del camping.
Es todo muy absurdo. El camping lo cierran a las dos y media, luego si quieren salir esta noche tienen dos opciones: volver antes de esa hora o reservar una habitación en el hostal que hay justo al lado del camping. O no volver.
- Además, ese puto hostal es de los dueños del camping. Esto es una estafa en toda regla.
- Bueno, Carmen, pues quédate en el puto camping, joder. Pero si nos pillamos una habitación los dos nos sale ma´s barato.
Lorena ya se ha puesto cómoda, con su minúsculo bikini negro y un pareo morado sujeto a sus caderas. Demasiado morena, demasiado baja, demasiado vulgar, demasiado oportunista, demasiado puta. Perdón, idiota.
- Si quieres, Sergio, compártela conmigo.
Él acepta, sonriente, y Carmen se va, intentando parecer indiferente. Desaparece.
Todos son unos niñatos malcriados y este maldito viaje una soberana estupidez. Una estafa. Si esta noche Sergio se folla a Lorena le dará completamente igual. Ma´s puta que ella no ha habido otra ni habrá. Lorena no tiene tanta clase, es una barriobajera. Para comer una polla no sólo basta con metérsela en la boca.
Puede intentarlo esta noche con Sergio, hacerse valer un poco. Pero Carmen no tiene miedo porque después de haber estado con ella Sergio nunca podra´ estar realmente satisfecho con otra mujer. Por eso deja que Lorena lo intente. Le desea buena suerte.
Es ignorante e insustancial. Sinsustancia, eso es. A veces piensa que es inteligente, pero no es tan tonta. Por eso suele llorar, porque es consciente de sus limitaciones.
- Nadie puede enamorarse de ella ¿Quién podría…? Es imposible, es tan tonta…
Carmen baja la mirada hacia sus sandalias y mueve los dedos de los pies. Lorena es eso que dice Eric, pero la quiere de todas formas. Y esta madrugada no sabe si estara´ peor por Sergio o por Lorena, porque por ma´s que intente engañarse lo estara´pasando mal.
- Entonces sólo la quieren por el sexo.
Entonces sólo la deseo, Eric. Todos la deseamos, somos así de simples.
*Las fotos son de Jenni Tapanila