1. ¿Escribir un libro es también emprender o emprender es sólo crear algo innovador dentro de las telecomunicaciones, ingeniería, etc.?
Por norma general, la gente considera que si un trabajo no da dinero, no es un trabajo sino un hobby. Por otro lado, también existe la creencia general de que el arte y la literatura no producen bienes materiales, prácticos y necesarios para la sociedad, de modo que los artistas y los escritores somos relegados al ámbito del entretenimiento; un campo donde nos es difícil hacernos respetar y ser valorados. Sin embargo, estos prejuicios no son determinantes a la hora de considerar si un artista es o no tan emprendedor como pueda serlo un ingeniero o un joven que decide montar un negocio comercial. Además, la labor del escritor una vez que su obra va a ser publicada no se diferencia tanto a la de un comercial que vende su producto. Es fácil que no se considere trabajo el hecho de escribir, en el sentido de que, en mi caso, no tengo una rutina y unos horarios, ni lo hago por encargo. Pero después, en el momento en que se decide hacer público lo escrito, comienza un trabajo de selección y de corrección, y, una vez publicado, toca hacer promoción: presentaciones, charlas, entrevistas, etc. para vender el libro. Ni qué decir tiene el caso de aquellos escritores que deciden autoeditarse. Ellos son quienes invierten dinero en la publicación de su libro y quienes se encargan, además, de la maquetación del mismo. Siguiendo con el símil del comercial, tenemos el ejemplo de
S.H. López-Pastor, que trabaja como comercial a puerta fría vendiendo su libro.
Por otro lado me parece oportuno decir que también he trabajado escribiendo por encargo, a través de páginas web como
Textbroker, y que actualmente trabajo como asesora lingüística, correctora de estilo y ortotipográfica autónoma.
¿Te ha sido fácil encontrar editor?
Sí y no. Me explico: evidentemente, ganar la beca para jóvenes artistas "Con Proyección" en 2010 fue un gran empujón para ello. Comento un poco esto: en el año 2010 decidí presentarme a estas becas con un proyecto de libro basado en mi experiencia como blogger. Es decir, que, siguiendo el ejemplo de Kahlo, que publicó un libro con Norma Editorial creado a partir de entradas, fotografías y comentarios de su blog
Dadanoias, yo creé un libro de estética muy similar a la de mi blog, La niña de las naranjas, en el que también incluía entradas y comentarios del mismo. Ese proyecto de blog en papel o libro-blog resultó ganador en la modalidad de literatura de esas becas para convertirse en realidad y ser publicado por Ediciones Emilianenses. Ahora bien, hablamos de un blog en el que ya publicaba mis escritos desde el año 2007, y antes ya lo hacía en otras plataformas similares (como los ya extintos Spaces de MSN), sin contar la era pre-Internet de concursos literarios regionales, etc. Evidentemente Internet, mi constancia a la hora de escribir y publicar en el blog, han sido fundamentales para darme a conocer y publicar libros. Por ejemplo, en el caso de la editorial Origami, fueron ellos quienes contactaron conmigo cuando la editorial solo era un proyecto, en el año 2010. Y lo hicieron a través de Internet, porque conocían mi obra por haberla leído en mi blog y en publicaciones digitales como la revista literaria
Groenlandia.
Pero tampoco puedo relegar todo el mérito a Internet. También me he movido mucho en el mundo real. He bajado mucho a Madrid cuando era inédita, para conocer y darme a conocer en la noche literaria de bares y poesía. Me he comido la timidez para mostrar mis poemas en vivo, en bares como Los Diablos Azules, el Con Sentido, Malatesta, en libre-bares como el Entrelíneas y El dinosaurio todavía estaba allí, etc. En este campo -hablo de la poesía- es muy importante participar en este tipo de lugares y ambientes porque es un ámbito muy cerrado en el que, si no estás dentro, te quedas fuera de festivales, antologías, etc. Parece muy crudo esto que estoy diciendo, y es posible que en cierta manera alimente con esto el tópico de que en literatura todo se mueve por "amiguismos", pero lo que sí se puede asegurar, aunque parezca una verdad de perogrullo, es que si no se te ve, no existes. En mi caso, si no me hubiera servido de Internet y de realizar lecturas de poesía fuera de Logroño, me hubiera quedado aquí, en Logroño, que a efectos prácticos es como no hacer nada.
Una vez vez en la calle la obra deja de ser tuya. ¿Qué sientes o piensas cuando otros la leen e interpretan a su gusto lo que escribes? ¿Podemos decir que esa sensación es ya un éxito?
Eso es lo más satisfactorio. Aunque suene cursi, me parece algo mágico cuando la gente me dice qué le han parecido mis poemas y qué les han sugerido. Muchas veces no tiene nada que ver con la intención que tuve al escribirlos o con los sentimientos que me llevaron a ello, pero son sensaciones igual de válidas porque, como bien dices, los textos dejan de ser míos para ser suyos.
¿Debemos crear o emprender teniendo como fin el dinero o debemos crear o emprender por simplemente el bienestar interno?
Escribir poesía con el fin de conseguir dinero es un absurdo. Partiendo del hecho de que la poesía no se vende: basta con ver la sección de poesía de cualquier librería para saberlo. La mayoría de la poesía contemporánea, además, se publica en editoriales pequeñas. Para quienes estamos familiarizados con ella, publicar en editoriales como La Bella Varsovia, El Cangrejo Pistolero, la ya extinta DVD, Baile del Sol, Origami, El Gaviero o Ya lo dijo Casimiro Parker, por poner algunos ejemplos, es toda una satisfacción y equivalente a éxito y reconocimiento, pero en la vida real nadie las conoce. Son difíciles de encontrar en librerías que no sean especializadas y, en muchos casos, el único modo de adquirir libros suyos es pidiéndolos directamente en sus tiendas online.
Creo que el fin de crear, en este caso de crear literatura y más específicamente poesía, no ha de ser el dinero. Primero porque escribir literatura (como crear arte) no tiene nada que ver con conseguir beneficios materiales, sino personales.
Otra cosa es que, habiendo decidido publicar la obra, ésta deba ser valorada y que el autor perciba un porcentaje razonable de las ventas de su libro. Por otro lado, también está el tema de los derechos de autor y de propiedad intelectual, para lo cual recomiendo a todos los escritores que se asocien a
CEDRO.
¿Cuáles son tus focos internos de inspiración?
Me sirvo mucho de mis sueños. El tema onírico me ha fascinado desde siempre, y creo que eso se nota mucho en mis poemas. También la infancia y los recuerdos, y, cómo no, el desamor (oh). Por otro lado, la música y el cine ocupan una parte muy importante en mi vida, y por eso mis textos suelen acompañarse de numerosas referencias musicales y cinematográficas.
¿Qué consejos das a alguien que ahora mismo escribe en su blog o que tiene inquietudes artísticas y quiere lanzarse a la búsqueda de editor o crear una pequeña empresa creativa?
Crear un blog ahora mismo y mantenerlo vivo es una proeza, porque Facebook y Twitter han ganado la batalla contra las bitácoras. El mejor consejo en este caso es que no se limiten a publicar en el blog, sino que compartan las entradas en FB y en Twitter, y que interactúen con otros
bloggers comentando en sus blogs y siguiendo a aquellos que les resulten interesantes. También les recomendaría agregar a FB a contactos que estén dentro del área de la literatura, como editoriales y otros escritores. Otro buen modo de darse a conocer es participando en revistas. Hablaba antes de Groenlandia, y aquí podríamos añadir
Ícaro Incombustible,
La Fanzine,
Nevando en la Guinea,
Opticks,
Erosionados...
Ahora mismo, ¿cómo ves a la gente joven: proactiva, creativa, interesada, motivada, inquieta, con ganas de emprender, pesimista, lectora, perdida...?
Pf. Pues de todo hay. Conozco casos escalofriantes de gente joven rechazando puestos de trabajo, y eso que ya sabemos todos cómo están las cosas, y otros que, en cambio, se han ido fuera del país en busca de uno.
En general veo movimiento. Te hablo del área en el que me muevo. Ha reaparecido el auge de los fanzines y las publicaciones alternativas, por ejemplo. Pero acordes a los nuevos tiempos, es decir, que se ha cambiado la grapa y la fotocopia por lo digital. De este modo vemos que hay un importante número de, no solo revistas, sino también editoriales digitales:
Neurótika Books,
Ebookprofeno, el
Escritorio Mutante de Mabele Ediciones, etc. Por otro lado, veo que hay muchísimo movimiento cultural. Muchos bares que se prestan a alojar eventos literarios, exposiciones, etc. Y cada vez más autores que deciden autoeditarse e invertir y vivir de su obra.
Para finalizar, recomiéndanos un libro y una canción.
Bueno, voy a recomendar uno de los últimos que he leído y que me ha encantado: Knockemstiff, de Donald Ray Pollock.
Y una canción... qué difícil. Bueno, va: "Glory Be" de Daisy Clan.
Adriana Bañares Camacho
(Logroño, 1988). Estudió Filosofía en las universidades de Valladolid y Bayreuth (Alemania). Co-edita la publicación independiente
La Fanzine y formó parte del colectivo literario COLMO. Es autora del libro-blog
La niña de las naranjas (Ediciones Emilianenses, 2010; X Beca de Jóvenes Artistas "Con Proyección"), los poemarios
La involución cítrica (Origami, 2011),
Engaño Progresivo (Fundación Jorge Guillén, 2012) y
Ánima Esquiva (Origami, 2013), y de la novela breve
Eis (Editorial Ámbar, 2013). También ha participado en varias antologías, como
Viscerales (Ediciones del Viento, 2011) y
Poetrastos (LVR, 2011). Coordina la antología de poesía erótica
Erosionados (Origami, en prensa) y el blog homónimo (
erosionados.blogspot.com).Conduce un programa sobre literatura underground y publicaciones alternativas,
Fosfatina, en la
radio online CCK. Administra el blog
La niña de las naranjas (
awixumayita.blogspot.com)