Dicen por ahí que el
insomnio vuelve irritable a quien lo padece. Dicen que durante el día siguiente a una noche en vela nos sentimos cansados, desganados y de mal humor. Pero eso es porque nos quieren a todos dormidos. Todo es cosa de los
illumati, pero de eso ya os hablaré otro día. La cuestión es que hace tiempo que no duermo o lo hago poco y mal y a deshoras, y, curiosamente, me encuentro con más ganas que nunca de hacer cosas y estoy así de bien. Lo peor que me puede pasar, dicen por ahí, es que pierda la cabeza o muera y esas son dos cosas que me van a ocurrir haga lo que haga, así que no me voy a preocupar demasiado. Sin contar lo de los illuminati, claro.
Ayer vine a Logroño con
Marina de Luna y
Rut Sanz, para presentar en el Ateneo Riojano a
COLMO Colectivo. En el programa del Ateneo, este evento, organizado por Ateneo Joven, venía presentado como
una charla sobre grupos literarios y difusión de la palabra, y puede que semejante descripción fuera en parte la culpable de que viniera tan poca gente: los padres de Rut, tres amigas de
Nerea (responsable del Ateneo Joven), un amigo de Marina,
Diego Marín y un señor impertinente.
Durante los cinco años que viví en
Baños de Río Tobía, siempre que me tocaba leer en clase fingía que me quedaba sin voz para evitarlo. Como siempre hablaba tan poco y tan bajito, a nadie le extrañó que realmente tuviera un problema en las cuerdas vocales. Fetén. Prefería no leer a hacerlo y que me interrumpieran para decirme “más alto” o “más despacio”.
Muy bien, ¿comenzamos con el momento Inditex? ¡Sí!
Momento Inditex:
Botines caquis Mustang, medias tupidas negras Calzedonia, shorts azules Bershka, camisa negra Jennyfer, cazadora negra de cuero Zara, pelo liso planchas Tahe, boina negra de Musgo.
Nerea, Rut y Marina me esperan en el
Steel. Ellas han comido por
la Laurel, pero yo necesitaba adecentarme en cuerpo y alma (llevaba sin dormir veinticuatro horas), por eso comí en casa. Comí y me corregí las ojeras, pero de dormir nada: cuanto menos duermo, más despierta me siento. Así salí yo: con mi buen rollo estupendo, el mp4 con
Kasabian a tope, imaginándome con una
magnum disparando a la gente mientras suena
Vlad The Impaler y vigilando mi móvil de vez en cuando por si a la rubia le daba por dar a luz, mientras atravesaba
la plaza del Espolón bajo la
lluvia.
Que pim que pam que pum, por el camino me pregunto quién vendrá. ¿Amigos? ¿Los chicos y chicas del Aula Literaria? ¿Alguien del
Frikoño? ¿Los chicos de
la radio MK ¿Alguien de Logroño que siga mi blog o me hable por
facebook o me envíe eventos de mierda por el Tuenti? ¿Alguien de Logroño que haya colaborado en
La Fanzine?
Son las siete. Los baños del Ateneo Riojano huelen a mayonesa y el Ateneo en general, para no variar, a alcanfor. Al Ateneo he ido pocas veces y siempre ha sido por presentaciones de libros de
Ediciones Emilianenses que ilustró
mi madre.
Somos tres chicas representando a un grupo de treinta frente a una audiencia escasa. Pese a todo, comenzamos dignamente. Nerea nos presenta, poniendo especial atención en Rut, compañera suya en la antología Parque de Atracciones (Colección Libros del Imperdible - 1001ediciones , 2008).
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De izquierda a derecha: Marina, la menda y Rut. |
Rut habla del colectivo y de las actividades que realizamos apoyándose en un
Power Point que realizó y utilizó
Christian Supiot para
la presentación de Zamora. Un repaso por los libros publicados de los colmillos:
Espacio de Humo (
Celia Prieto Mazariegos, Ediciones de la librería Cálamo, 2008),
Lugares Comunes (
José Pablo Barragán, Sevilla 2008, Premio Certamen Univ. Sevilla 2006),
Deheishe, una poesía y otros relatos (
Marcos Antón, auto editado, Zamora); por los libros en los que aparecen publicados otros colmillos:
Eva Villavieja en
23 Pandoras (Baile del Sol, 2009),
Rut Sanz (Parque de Atracciones, Colección Libros del Imperdible - 1001ediciones , 2008),
Sara R. Gallardo en
Tienes una historia que contar (Obra Social Caixa Catalunya, 2010), Alba Tardón Vicente en
Así os ponemos los cuernos las mujeres (Lobo Sapiens, 2009); y aquellos publicados en las
plaquettes editadas por COLMO: Christian Supiot y Cristina Vela Delfa en
En Crisis, y Diego Urizarna y Mercedes Díaz Villarías (que pese a no pertenecer a COLMO sí tienen una relación muy estrecha con el colectivo) en
Año Luz... y las publicaciones que están por llegar: Cristina Abril publicará en Eclipsados y
Alberto Sevillano con la editorial Devenir Entre luces y sombras (premio nacional de poesía Miguel Hernández 2010).
Después de la presentación de Rut, pasamos a la segunda parte del evento: Leer poemas de nuestros compañeros. Leer poemas de otras personas es muy complicado, y más aún si los autores son conocidos, amigos incluso, y los has escuchado recitar antes. Inevitablemente nos sale un deje de imitación, intentando ponernos a su altura o “simplemente” tratando de hacerlo como él lo hubiera querido. No es fácil transmitir en boca de uno lo que ha creado/sentido, otro. Pero, a fin de cuentas, una vez escrito, quien toma las riendas, quien interpreta, (re)crea y siente el poema, es el lector. Por eso, creo yo, nadie debería juzgar si el modo en que lo recitemos, la entonación que le demos a un poema, o la velocidad con la que lo leamos es correcto o no, y menos aún diciendo que si a un poeta le cuesta buscar una palabra que encaje y pone esfuerzo y dedicación a la hora de escribir un verso, nosotras deberíamos leer más despacio teniendo en cuenta la labor del autor. Lo que menos pretendí ayer cuando leí poemas de mis compañeros (concretamente de Alberto Sevillano, Diego Nieto, Jesús Carrasco, Gonzalo Álvarez Perelétegui, Eva Villavieja, José Pablo Barragán y de Cristina Vela) fue desmerecer su poesía ni faltarles al respeto con mi lectura. Todo lo contrario. Llegué a Logroño y al Ateneo con muchísimas ganas de (re) presentar a esta gente a quien quiero como personas y admiro como escritores y poetas que son. Evidentemente no podría leer Balada triste de Bob Esponja como lo hace Gonzalo, como tampoco puedo convertirme en José Pablo para leer Las Causas, ni leer como lo hubiera hecho Eva, ni transmitir, como pudiera haberlo hecho Diego, todos los matices que tiene su genial poema Somos tan malos.
Pero ahí estaba aquel señor que olía a alcanfor para echárnoslo en cara. Para darnos, concretamente a mí, pero sin darnos (no os quiero dar consejos, dijo) un consejo: Leer más despacio. Y no me hubiera molestado si no hubiera sido por la retahíla que soltó a continuación sobre el proceso creativo del poeta (lo que decía antes: buscar una palabra, un verso, etcétera), que me hizo pensar que había faltado al respeto a mis compañeros.
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Nerea, Marina, aquí una servidora y Rut, sonrientes y estupendas. |
Antes de la guinda final con el mitin del Señor Alcanfor, Marina, Rut y yo leímos varios poemas propios. Para no cagarla leí
Todos somos monstruos que, aunque es viejo (febrero de 2009), le gusta a
Ana Pérez Cañamares y eso es un punto muy a favor del poemilla;
Inné (que saldrá publicado en el próximo número de
The children's book of American birds) y
Cucarachas, una pequeña parte de algo que aspira a ser una novela corta y lírica, que he ido escribiendo durante todas estas últimas noches de insomnio.
Después del despropósito: vino cortesía del Ateneo, cañas en
La Luna, despedida (Marina y Rut vuelven a Valladolid) y yo me quedo, vamos al
piso del Parlamento, bebemos calimotxo, ponemos
La Huérfana, es tan mala que me quedo dormida y vuelvo a casa. Mp4, Kasabian para cerrar el círculo, apoyo de madre en casa, mi gato conmigo a todas partes, y a dormir.