martes, 22 de septiembre de 2009

Susan Atkins, un poema de La Tóxica



Duerme, duerme, Susanita
........ duerme
atiborrada de drogas,
duerme, duerme
en esa sala enorme, y vacía, del hospital de la prisión.
Cientos de metros cuadrados desolados
para ti sola
y ese olor a medicamentos
y a zapatos de hule que se acercan
a determinadas horas del día.


Duerme, duerme, Susana,
cierra tus ojos y contempla los filos de tu cuchillo
desde tu interior
porque quizá esas áreas de espacio no están tan vacías,
.......... quizá los ojos de Sharon te observan
cada segundo
en cada minuto, de cada hora, de cada uno de tus días,
........ y sueltan lágrimas de pena por la que fue su asesina.
Duerme Susana, aletarga tu cerebro repleto de cáncer
deja descansar tus pupilas
y muere finalmente como no murió tu víctima,
........... obesa, ulcerada, cancerosa enloquecida,
espantando a esas moscas de California que acuden golosas
al reclamo de tu olor, a posar sus patas peludas
sobre el río amarillo de tu sudor, ya cuajado sobre tu carne grotesca
de perra chutada con cien dosis de vacuna antirrábica.
Duerme, Susan, duerme,
que ya falta muy poco para que termine el dolor.


Ya has pagado tu culpa,
tu rabia y tu ira
y en cuestión de unos meses volverás a la fama
babeando tu rabia desde alguna pantalla,
de la mano de Lynch, de la Theron, o quizá del mismísimo Tarantino.
Duerme, Susan, duerme, y vete ya,
acaba con tu mal olor
y viste tus mejores galas fantasmales para encontrate con tu otro dios.


3 comentarios:

  1. me ha encantado, también tu blog. Ya te tenía enlazado, pero ahora me hago seguidor.
    abrazo

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  2. que bueno y que duro, no conocía a esta tía, me la apunto awixu

    angel, voltios

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