Domingo, 26 de Noviembre… hace cinco días que me debió bajar la reglar… pero aún estoy con el vientre hinchado y una ansiedad que no conoce límites. Tabaco y chocolate…
Y estos malditos recuerdos.
¿Por qué me hace sentir así Rob Thomas? Me bajé unas cuantas canciones de Matchbox Twenty y cada vez que las escucho me siento peor…
No sé por qué…
Aún recuerdo Abril, sola en la casa de mi padre, con el hilo musical del canal satélite digital sonando a todas horas. De pronto, aparece Rob Thomas con su I don’t wanna be lonely anymore y una extraña sensación invade cada poro de mi piel.
A ratos escribo lo que más tarde titularía “El movimiento de lagartija”, a ratos leo “Hacia el Edén”. A ratos me siento sola, y a ratos me siento bien.
Ahora, vuelvo a estar sola, (Judith y Sara se han ido a su habitación) , y escribo mientras Rob Thomas me habla de la última chica bonita.
Last beautiful girl.
Es la última canción del play list, así que supongo que después de esto me meteré a la cama, a sentir las frías sábanas invadir mi piel. A sentirme sola en esta cama de noventa y a reír en sueños, abrazada a mi pequeña almohada, recordando todas las cosas que hice contigo en un acama así de pequeña.
A recordar la primer anoche, cuando mientras veíamos unas terribles imágenes de torturas iraquíes, tú me dabas gajitos de mandarina. Cuando te besaba mientras en la pantalla del ordenador los gritos de alguna víctima del régimen iraquí eran ahogados por las canciones de Mars Volta.
Sonrío maliciosa, porque aquella escena representa los mejores minutos de mi vida.
Se me habían colado Dresden Dolls con Mrs.O, pero ya está. Lonely anymore de Rob Thomas suena ahora en mi corazón.
Show me how you feel…
¿Cómo te sientes ahora? ¿Cómo te sentiste cuando desaparecí? ¿Fuiste consciente de ello?
¿Alguna vez me has echado de menos?
Los primeros machacado en el bar del Chuchi; Elena y yo sintiéndonos extrañas con mini falda en un garito sacado de alguna película de Álex del a Iglesia.
Más tarde cambiaríamos los machacados por chupitos de vodka y entraríamos al Mi Amigo en minifalda sintiéndonos auténticas Divas. Dejando que el Chuchi nos fotografiara con su cámara y viendo, a la semana siguiente, las diapositivas a contraluz. Aquello era otro mundo, un mundo sin reaggetón y sin cámaras digitales.
Y me gustaba tanto…
Que las góticas, los heavies y los “dark” me miraran por encima del hombro (¿qué hace este par de pijas aquí?) y tú mirándome sin decir nada…
Y todo me gustaba tanto…
Y tú me gustabas tanto.
Me gustabas tanto que cuando todo llegó casi a rozar la perfección me vi obligada a huir. Cualquier cosa antes que volver a sufrir.
¿Y aún sigues diciendo que nunca antes te has enamorado?
Pero, en serio… ¿qué es amor? ¡aquello no! No… Es imposible. Aquello no… aquello no podía ser amor.
Separé mi mano de la tuya cuando me acompañaste a casa un domingo por la mañana.
Mi escepticismo acabará matando a mi corazón…
Mi escepticismo acabará conmigo…
He desaparecido y siento que quiero volver a verte. Desapareció y luego quiso volver, y yo, al no creer en sus palabras, le desprecié…
Ahora que sé lo que él sintió, pues ahora siento lo mismo por ti, temo volver a verte. Temo que me desprecies, que me odies. Que me hayas olvidado, que me ignores por completo y que vuelvas a besar a esa preciosidad para evitar mi mirada.
……………………I DON’T WANNA BE LONELY ANYMORE……………………...
Y estos malditos recuerdos.
¿Por qué me hace sentir así Rob Thomas? Me bajé unas cuantas canciones de Matchbox Twenty y cada vez que las escucho me siento peor…
No sé por qué…
Aún recuerdo Abril, sola en la casa de mi padre, con el hilo musical del canal satélite digital sonando a todas horas. De pronto, aparece Rob Thomas con su I don’t wanna be lonely anymore y una extraña sensación invade cada poro de mi piel.
A ratos escribo lo que más tarde titularía “El movimiento de lagartija”, a ratos leo “Hacia el Edén”. A ratos me siento sola, y a ratos me siento bien.
Ahora, vuelvo a estar sola, (Judith y Sara se han ido a su habitación) , y escribo mientras Rob Thomas me habla de la última chica bonita.
Last beautiful girl.
Es la última canción del play list, así que supongo que después de esto me meteré a la cama, a sentir las frías sábanas invadir mi piel. A sentirme sola en esta cama de noventa y a reír en sueños, abrazada a mi pequeña almohada, recordando todas las cosas que hice contigo en un acama así de pequeña.
A recordar la primer anoche, cuando mientras veíamos unas terribles imágenes de torturas iraquíes, tú me dabas gajitos de mandarina. Cuando te besaba mientras en la pantalla del ordenador los gritos de alguna víctima del régimen iraquí eran ahogados por las canciones de Mars Volta.
Sonrío maliciosa, porque aquella escena representa los mejores minutos de mi vida.
Se me habían colado Dresden Dolls con Mrs.O, pero ya está. Lonely anymore de Rob Thomas suena ahora en mi corazón.
Show me how you feel…
¿Cómo te sientes ahora? ¿Cómo te sentiste cuando desaparecí? ¿Fuiste consciente de ello?
¿Alguna vez me has echado de menos?
Los primeros machacado en el bar del Chuchi; Elena y yo sintiéndonos extrañas con mini falda en un garito sacado de alguna película de Álex del a Iglesia.
Más tarde cambiaríamos los machacados por chupitos de vodka y entraríamos al Mi Amigo en minifalda sintiéndonos auténticas Divas. Dejando que el Chuchi nos fotografiara con su cámara y viendo, a la semana siguiente, las diapositivas a contraluz. Aquello era otro mundo, un mundo sin reaggetón y sin cámaras digitales.
Y me gustaba tanto…
Que las góticas, los heavies y los “dark” me miraran por encima del hombro (¿qué hace este par de pijas aquí?) y tú mirándome sin decir nada…
Y todo me gustaba tanto…
Y tú me gustabas tanto.
Me gustabas tanto que cuando todo llegó casi a rozar la perfección me vi obligada a huir. Cualquier cosa antes que volver a sufrir.
¿Y aún sigues diciendo que nunca antes te has enamorado?
Pero, en serio… ¿qué es amor? ¡aquello no! No… Es imposible. Aquello no… aquello no podía ser amor.
Separé mi mano de la tuya cuando me acompañaste a casa un domingo por la mañana.
Mi escepticismo acabará matando a mi corazón…
Mi escepticismo acabará conmigo…
He desaparecido y siento que quiero volver a verte. Desapareció y luego quiso volver, y yo, al no creer en sus palabras, le desprecié…
Ahora que sé lo que él sintió, pues ahora siento lo mismo por ti, temo volver a verte. Temo que me desprecies, que me odies. Que me hayas olvidado, que me ignores por completo y que vuelvas a besar a esa preciosidad para evitar mi mirada.
……………………I DON’T WANNA BE LONELY ANYMORE……………………...
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