viernes, 5 de enero de 2007

Bienvenidos

Antes me sentaba a escribir cada vez que lo necesitaba. Pero desde que estoy aquí no veo el momento oportuno… Esta residencia me tiene completamente absorbida. Y, bueno, la verdad es que es un alivio… Tener la mente ocupada durante casi todo el tiempo, sin darle el privilegio de divagar demasiado.
La tranquilidad ha llegado a mi vida de la mano de lo a que al el resto de la humanidad le causaría estrés.
Mis manos ya pueden presumir de no tener briznas (bueno, el dedo corazón de la mano izquierda aún está un pelín mutilado, pero bueno, ya cicatrizarán las heridas) y, salvo por esta mala costumbre que voy llevando desde hace un par de meses de fumar, he aprendido a controlar mis ansias por devorar chocolate y picar entre horas.
La gente aquí es muy agradable (bueno, hay de todo, pero yo me quedo con lo bueno), y entre las chicas de la resi debo destacar a Sara, Alba y Judith, porque menudas cuatro locas que nos hemos ido a juntar… La ninfómana, la puritana, la sarcástica y yo. Que a ver quién soy yo… esa aspirante a escritora, fumadora, dotada de un radar atrapa desamores. Y soy tan feliz…
Espero que esto dure mucho, muchísimo tiempo…
Bienvenidos a esta nueva etapa de mi vida.

2 comentarios:

  1. Tengo la sensación de que, aún con el paso del tiempo, a ti la tranquilidad de espíritu no te dura demasiado. Algo productivo para la creadora, pero agotador para la persona.

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  2. :) toda la razón, Preste.

    Gracias por reencontrarme con mis primeras entradas. Un abrazo.

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